Autor, Cohen, Literatura

Los Netanyahus, Joshua Cohen

Hoy os traigo un intento de reseña de Los Netanyahus de Joshua Cohen (De Conatus, 2021), un libro de difícil clasificación que fue galardonado con el premio Pulitzer en 2022.

Empecemos por el principio. En la sinopsis lo primero que nos dice es que se trata de una novela de campus. En su día fruncí el ceño, porque no me suelen gustar demasiado ese tipo de novelas. Más abajo mencionan cosas tan variopintas como la expulsión de los judíos de la península ibérica junto con la valoración de es una comedia salvaje.

¿Cómo pueden incluirse ambas cosas en el mismo párrafo? Eso me preguntaba yo e imagino que eso os preguntaréis vosotros.

Veamos. Sí, Los Netanyahus es una novela de campus. Se sitúa en la universidad de Corbin en 1959, en un momento cuando Ruben Blum, nuestro narrador protagonista, ha de valorar el ingreso a la institución de un profesor especializado en la Inquisición española.

Blum se presenta así en la primera página:

Me llamo Ruben Blum y soy historiador. Muy pronto, sin embargo, supongo que seré Historia. Con lo cual quiero decir que moriré y pasaré a formar parte de la Historia, un tipo poco común de transformación reservada tradicionalmente a los académicos más puros. Los abogados mueren y no se convierten en la ley, los médicos se mueren y no se convierten en medicina, aunque los profesores de biología y química sí pasan a mejor vida y se descomponen en forma de biología y química o bien se mineralizan en forma de geología, se dispersan en su ciencia, tan cierto como que los matemáticos se vuelven estadísticas.

Página 13

El cometido de Blum le pilla por sorpresa, ya que él no está especializado en historia medieval. Quizá la dirección de la universidad pensó en otra cosa: que un judío valore a otro judío.

Y aquí aparece uno de los elementos importantes de la novela: el humor satírico y absurdo en ocasiones, que plaga las descripciones, las reflexiones y los diálogos. El mismo que plaga las películas de Woody Allen o, si nos vamos a la referencia televisiva, el de La maravillosa señora Maisel. Un tipo de humor propio de la comunidad judía, lleno de crítica mordaz nada velada hacia ellos mismos, sus arquetipos de carácter y hacia la sociedad que les rodea.

– Me pregunto si sabrán leer.
– ¿Mis vecinos o los animales?

Página 85

Finalmente llega el profesor a valorar. Pero no llega solo, sino con su familia: Los Netanyahus al completo, incluidos tres niños. A partir de ese momento las situaciones absurdas y surrealistas se suceden, llegando a diálogos hilarantes y momentos ridículos, vergonzosos y a la vez, desesperantes.

– La canguro ha cancelado por un incendio.
-Se le ha inundado la casa por las tuberías congeladas.
– Pensaba que era por un incendio.
– Ha sido una inundación por la tuberías congeladas y un incendio.
– ¿Cómo puede haber al mismo tiempo una inundación y un incendio? ¿El incendio no secaría la inundación o descongelaría lo que estuviera congelado?
– ¿Y tú qué sabes? Soy yo quien ha hablado con ella.

Página 169

Todo lo anterior se fusiona con diversas reflexiones sobre historia, no sólo de la medieval sino de la situación de la comunidad judía, de Israel y de política. Hay espacio para el revisionismo, como lo hay para describir la vida universitaria y los roles en la sociedad de la época. Blum es el único judío, una especie exótica de compañero que parece tener que demostrar su identidad en cada frase que diga.

Los Netanyahus es un espectáculo estilístico difícil de describir. Sólo las primeras 50 páginas ya justifican todo el libro, aunque los que le dan título a la historia no aparezcan hasta la segunda mitad, Cohen puede saltar de un tema a otro sin perder el hilo ni aburrir, sino justo al contrario: generando al lector la sensación de que quiere seguir leyendo a este tipo eternamente, como si por un párrafo firmáramos lealtad a un autor a quien acabamos de descubrir.

Y es que el tema en sí es lo de menos, un elemento más que en este caso le da título a la novela. El resto es un artefacto literario de esos que me fascinan: el modo que tiene el autor de continuar con un discurso que no tiene por qué llevar a ningún sitio pero que va dejando reflexiones de distintos temas en cada página, la sensación de querer subrayar todo, de comprobar que llevas un rato leyendo sonriente, levantar la vista del texto y saber que vas a recomendar este libro a diestro y siniestro.

Cohen escribió esta novela tras varias conversaciones con Harold Bloom, en las que además de hablar de literatura le contó anécdotas de su vida, una de las cuales fue esta, la que acabó con un niño que terminaría siendo Primer Ministro destrozando una casa de jengibre en las Navidades de 1959.

FICHA:

Te gustará si te gustó – Umberto Eco + Eduardo Halfon + Joseph Heller.
Pros – Espectáculo literario de primer nivel. Para releer.
– La edición del libro: cómoda, papel de calidad.
Contras – Os lo digo cuando se me ocurra algo.

Namaste.