Autor, Literatura, Padura

La neblina del ayer. Leonardo Padura.


Portada del libro del cubano
La neblina del ayer, Leonardo Padura

Conocí este autor y este libro porque me lo prestó Pedro.

 

Después Aramys me confirmó que le había gustado. He aquí mi reseña.

 

La neblina del ayer es una novela negra ambientada en La Habana. El protagonista, un policía reconvertido en buscador de libros antiguos, se ve involucrado en un crimen que, simplemente por ocio pretende resolver. Así la cosa, Padura nos va introduciendo en la ciudad, en la personalidad de sus habitantes y en su modo de ver la vida.

 

Lo importante de esta novela, lo verdaderamente embriagador es toda esa descripción, todos esos personajes que pugnan por sobrevivir en un mundo complicado, además de un estilo peculiar del autor, con un llamativo uso de los adjetivos y de la forma de componer las frases.

 

En aquel tiempo de juventud, luego de una noche de muchos tragos, (…) una punzada en la rodilla debido al golpe que se había propinado con el borde afilado de la cama en cuya reputa madre solía cagarse tras cada colisión: mas todo era pasajero y curable con una ducha y un par de duralginas.

 

Pero donde el lector se convence es cuando llega al momento en el que Mario Conde se manifiesta como un gran aficionado a la lectura, y nos cuenta su pasado:

 

Aun cuando el Conde prefería gastar sus días en juegos de pelota, en mataperrear por las calles y robar mangos, su curiosidad innata le hizo dar el primer paso firme hacia la bibliofilia cuando, leído en éxtasis emocional El conde de Montecristo, quiso saber sobre el destino final de Edmundo y Mercedes y salió a la caza del segundo acto de aquella aventura fabulosa y entrontró a un Dumas decepcionante, casi cruel, que en la novela La mano del muerto destrozaba la felicidad por la que tanto habían luchado el generoso Dantés y su amada Mercedes. Un par de años más tarde, ya matriculado en el preuniversitario, otra vez la curiosidad había venido en su ayuda, aunque en esta ocasión de manera definitiva: después de leer, como ejercicio de clases, un rídiculo condensado de La Ilíada, Conde había ido a la bien poblada biblioteca del viejo instituto de La Víbora en busca de una edición completa del poema homérico y, ya intrigado por la suerte de aquellos guerreros, procuró algunas respuestas en La Odisea y de manera natural, casi por caída libre, penetró en una trampa sin salida cuando quiso saber sobre el destino del resto de los héroes griegos.

 

O cuando en un delirio mantiene una especie de conversación con un autor de renombre:

 

¿De verdad eres ? No lo puedo creer… (…) ¿Pero no me digas que eres ?, había insistido el Conde, abrazado por el júbilo, sin escuchar los reproches de su interlocutor: aquello, claro, estaba deseando ocurrir, y durante muchos años de su vida el Conde lo había deseado, aun cuando sabía imposible que aquello ocurriera: el hombre lento y pálido era uno de sus dioses inamovibles, eso mismo, un ser iluminado, casi un mutka, el que conoce a Dios -o al menos alguien que se le había acercado muchísimo, por vía de la perfección-, y tenerlo allí, a su lado, oírlo, era un inconmensurable privilegio. Siempre había querido tanto hablar contigo, logró decirle, con voz tomada por la emoción, pero no para hablar de la muerte y el sufrimiento, ni siquiera de la reencarnación, que, la verdad, me importa un carajo, con una vida de mierda ya tengo bastante, así que no aspiro a otra. Yo quería hablar contigo de algo más difícil, o más intangible, como tú dices… Dime por favor, ¿cómo se hace para escribir historias realmente escuálidas y conmovedoras? ¿Cuál es el secreto?

 

He omitido lo que sigue a continuación para retaros: ¿Adivináis con quién habla? Se admiten apuestas.

 

En conclusión, es un libro recomendable, entretenido, totalmente diferente al tipo de novelas escandinavas que proliferan en las librerías.

 

FICHA:

 

Te gustará si te gustó
  • Cualquier novela de Andreu Martín.
Pros
  • El amor por la literatura del protagonista.
  • El estilo del autor, su visión de la ciudad.
Contras
  • El inicio se hace un poco pesado.

 

 

Namaste.

11 comentarios en “La neblina del ayer. Leonardo Padura.”

  1. No me iba a apuntar el libro, más que nada porque estoy leyendo a un ritmo muy lento… (eso por empezar a leer en inglés..!), y claro, quiero ser más selectivo… Pero es que en el cuadro has nombrado a Andreu Martín!!!! jajaja!!! Eso hace que me lo piense y me lo repiense…

    PD: ¿Hay premio para quién averigue el reto que lanzas? Yo, con esos datos, ni idea… xD

    Me gusta

  2. Interesante libro, sobre todo por el estilo descriptivo con ese «llamativo uso de adjetivos» (o al menos lo que dejan ver los fragmentos escogidos) y su lectura tan amena. Creo que la lectura con la que estoy enfrascado ahora mismo se me está conviertendo en una bola, cual trozo de ternera enfriado que no hay manera de tragarse por mucho que lo mastiques… Pero la acabaré! De hoy no pasa.

    Otra cosa que me he hecho interesarme por él es tu diferenciación de este autor respecto a los demás autores escandinavos tan de moda últimamente.

    ¿Lo apuntaré a mi lista de pendientes? Creo que lo mejor será comprarme otra mesilla de noche para tantos libros que se me están acumnulando!!

    JL: Yo sigo con una lectura en inglés aún pendiente; una novela juvenil que me regalaron por la compra de otro libro. Espero que a ti se te dé mucho mejor (con ponerle un poco de dedicación, seguro que sí 😉 )

    Un saludo!!

    Me gusta

  3. tomo nota de que no es como las nuevas novelas de misterio de esas tierras frías y reonozco que no tengo ni idea de quien pueda ser ese autor pálido, que le gusta hablar de la muerte….
    ahora me quedo con la duda 😉

    Me gusta

  4. No lo he leído, pero en alguna clase nos comentaron algo de este libro, hizo gracia que el detective se llamase precisamente Mario Conde.

    La verdad es que me has picado con lo del reto ese del «autor de renombre», así que voy a dejar por aquí mis hipótesis. Deberías haber dado alguna pista más, decir por ejemplo en qué idioma escribe, porque si no estaremos aquí algunos dando palos de ciego.

    El primero en que pensé fue Dostoievsky, pálido me parecía, lento no sé, pero entonces leí: «historias escuálidas y conmovedoras». Y pensé que no, porque los tochos de Dostoyevski pueden ser de todo menos escuálidos. Así que he pensado que tenía que ser un autor de relato corto. Se me cruzó por la cabeza Salinger, recuerdo la foto de la entrada que le dedicaste y era pálido o al menos yo lo recuerdo pálido, no sé, y además tiene algún libro de relatos (recuerdo el de «Nueve cuentos»). Pero luego, por eso de que el autor es cubano, me fui al mundo hispánico. Pensé en Borges: pálido,lento tal vez, y nunca escribió una novela, por lo que le viene a la perfección eso de «historias escuálidas y conmovedoras»…

    En fin, dejo de dar palos de ciego. Cada vez pones retos más difíciles, no sé qué será lo próximo…

    Un abrazo.

    Me gusta

  5. JL: sabía que ibas a decir eso porque sé lo mucho que te gusta Andreu Martín. ¡No esperaba que tú supieras la respuesta!

    Domingo: ya no te queda nada… pero no me extraña que se te haga bola… ¬¬ De momento dedícate a leer los que tienes pendientes, ¡que ya son unos cuantos!

    Ale: no se queda sólo en el misterio de la novela negra, y no es tan «frío» como una novela escandinava, ¡quizá porque La Habana es lo opuesto a Estocolmo! Tengo que reconocer que por un momento pensé que no me iba a gustar, pero cuando leí estos fragmentos, el autor me convenció. 🙂

    Bartleby: yo al principio pensé que lo había leído mal. Además durante una gran parte de la novela le llaman «el Conde» (lo cual me recordaba a «el Zorro») y de repente ponen Mario Conde y me quedo con cara de tonta… jaja.

    Pero en fin, a lo que iba… ¡has acertado! 🙂 Te dejo el fragmento que sigue:

    «¿Por qué Seymour se suicida la noche de su luna de miel? ¿Y Buddy, qué ha sido de la vida de Buddy Glass desde que se mudó a esa cabaña fuera de Nueva York? Y Esmé, ¿alguna vez llegó a ser feliz? ¿Recibió la historia que le escribió el soldado? Pero dime, dime también, ¿es verdad que no has dejado de escribir en todos estos años?… El hombre iluminado, agredido por el alud de preguntas, pareció sentirse incómodo dentro de su túnica anaranjada, hizo unas muecas ostensibles con la boca y al fin movió la cabeza negando algo recóndito, sin poder evitarlo, había sonreído levemente, cuando el Conde atacó de nuevo: No puedo creer que sea verdad que no hayas vuelto a escribir. ¿Sabes que eso es un crimen? Está bien que medites, que te ilumines (…), que te alejes del mundo, coño, viejo, pero no podías dejar de escribir, no podías. No acepto que por meditar hayas dejado de escribir, precisamente tú. Es más que un crimen… este… ¿Cómo te llamo? Dime J.D….»

    ¡Y sí, hay premio! 😉 En breve te llegará por correo.

    Me gusta

  6. Me parece divertidísimo. Este tipo de forma de hablar me divierte una barbaridad. Has hecho muy bien en traernos estos textos, se coge bien lo que más o menos se puede entrever del libro. Si la novela negra es así ( que creo que por ahí van los tiros) estoy perdida.
    No las puedo coger de momento porque tengo muchas cosas que leer, pero sécque esto me engancharía, porque humor e inteligencia juntos es una bomba!
    Un abrazo

    Me gusta

  7. Se me olvidaba:
    No te digo nada de la pregunta porque me pillas un poco espesita con eso de que me tengo que ir zumbando al trabajo.

    Me gusta

  8. Ascen: era complicado, pero fíjate que nivelón hay por aquí que Jesús lo ha adivinado sin despeinarse.

    Icíar: es muy peculiar, la verdad. Como no estoy acostumbrada a leer algo así, me ha llamado todavía más la atención.

    Filias: ¡ya me contarás qué te parece!

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s