Balance de 2015, Literatura

Balance de 2015 (iii): joyas

¡Aquí están! Lo mejor de lo mejor que he leído en este año, los libros que me han tocado la fibra, aquéllos que recomendaré por activa y por pasiva. Son los siguientes:

  • La flor azul, Penelope Fitzgerald. Me encanta la autora: es una delicia leer sus historias aparentemente sencillas que esconden una intrahistoria impresionante, esa abundancia de lugares, épocas y situaciones.
  • Middlesex, Jeffrey Eugenides. Historia sorprendente desde la primera línea, envolvente, compleja, que no se hace para nada pesada a pesar de tener más de 500 páginas. Una de esas novelas en las que tiempo después de leerlas, te recuerdas a ti mismo leyéndola.
  • La conjura de los necios, John Kennedy Toole. Relectura totalmente necesaria de uno de esos clásicos únicos con un protagonista insuperable. En serio, si no la habéis leído no sé a qué esperáis.
  • El jugador, Fíodor Dostoievski. Si creíamos que los rusos necesitaban 800 páginas para contarlo todo, llega Dostoievski y lo cuenta en 150 y le sale una obra maestra de la literatura, que se lee en un suspiro y deja con ganas de más.
  • Un millón de gotas, Víctor del Árbol. Sorpresa mayúscula al encontrarme un libro duro, brutal, incómodo, y al mismo tiempo muy bien hilado, medido y organizado. Da gusto leer este tipo de libros, de verdad.
  • Crónicas marcianas, Bradbury. Curioso libro, con pintoresco planteamiento consigue un resultado redondo. En breve os cuento más.
  • Novela de ajedrez, Zweig. Hay que leer más Zweig. Hay que leer todos los libros de Zweig. Porque a los genios hay que leerlos.

¡Esto es lo que ha dado de sí el 2015!  ¡Espero que también vosotros hayáis disfrutado de vuestras lecturas! ¿Podríais recomendarme alguna de ellas?

Y por supuesto, demos la bienvenida al nuevo año como se merece.

Namaste.

Balance de 2015, Literatura

Balance de 2015 (II): entretenimiento

Según las lecturas de cada año consigo resumir el balance de las mejores en una o dos entradas. En este caso, 2015 ha sido un año prolífico y se nota que cada vez escojo mejor los libros, así que en esta ocasión os traigo los libros destacados en el ámbito del entretenimiento, esto es, libros que me han gustado, sorprendido y que he leído con avidez. Son los siguientes:

  • Matar a un ruiseñor, Harper Lee. El tono, la historia, los personajes, cómo se hilan unas cosas con otras confieren a este título una lectura entretenida e interesante y bien escrita. No sabía si me gustaría porque en mi haber ya tengo bastantes decepciones con libros de cabecera, pero en este caso, aunque no me encantó sí que me gustó bastante.
  • Martín Zarza, Miguel García. Un enfoque actual de la crisis económica de España de la mano de un protagonista desempleado que huye de su entorno para comenzar a vivir en Sevilla. Todo un descubrimiento.
  • Nada, Carmen Laforet. Personajes decadentes y muy potentes, un retrato de una sociedad de la mano de una estudiante que convive con unos extraños parientes, y todo en menos de 200 páginas. Hay que ser muy bueno para describirlo todo así de bien.
  • Una mujer de recursos, Elisabeth Forsythe Hailey. Historia epistolar de una mujer fuerte y sabia que nos cuenta cada una de las fases de su vida. Ameno e interesante y para nada superficial. La demostración de que con menos palabras también se pueden hacer bien las cosas.
  • Estilo rico, estilo pobre, Mangriya. Una forma de acercarse a la gramática sin ser aburrida. Entretenida e instructiva a la vez, algo extraño pero real.
  • Los Modlin. Paco Gómez. Una familia, un casual descubrimiento y muchas fotos son el punto de partida de Gómez para conseguir una historia adictiva e interesante.
  • Sheila Levine está muerta y vive en Nueva York, Gail Parent. Inteligente, divertida y mordaz con un importante punto humorístico e irónico. Una novela que se disfruta desde el primer capítulo y que no puedes dejar de leer hasta el final.
  • Hacia rutas salvajes, Jon Krakauer. Lo he terminado recientemente, y ya os contaré con más detalle en la reseña, pero esta historia es sobrecogedora y asombrosa, absurda y real a partes iguales. La he disfrutado mucho.

Y para vosotros, ¿cuáles han sido vuestras mejores lecturas?

Las joyitas, como siempre, para el final.

Felices lecturas.

Namaste.

 

Balance de 2015, Literatura

Balance de 2015 (I): abandonos y decepciones.

De repente, sin darnos mucha cuenta, guardamos la toalla de la playa y empezamos a poner el árbol de Navidad. Con la tontería se nos escapa el tiempo de las manos y nos encontramos en el mes de los balances, de echar la vista atrás y pensar en lo que hemos hecho y leído en este 2015 al que le queda poco.

Así que, aquí os traigo el primer episodio del balance de este 2015.

Abandonos:

  • Saturday, Ian McEwan. Sí, abandonado. Pero el fallo ha sido mío. Lo empecé en inglés, lo leí poco a poco, tan despacio que perdí el hilo. Decidí abandonarlo para darle una oportunidad en un futuro, no porque no me haya gustado. Ahora, en inglés McEwan se me hace más bola que en castellano, tengo que admitirlo.

Despellejes:

  • El impostor, Javier Cercas. Repetitivo y totalmente prescindible. Desconfío de autores que recurren siempre a la repetición, la inclusión de páginas que no aportan nada y al autobombo. Si encima el libro lo venden como imprescindible acaban generando el efecto contrario.
  • Alguien dice tu nombre, Luis García Montero. Si bien tiene párrafos interesantes, comparado con otras novelas del autor no le llega a la suela del zapato. Si además acabas de terminar de leer El lector, de Schlink, pues comparas, porque la historia se parece demasiado, y sale perdiendo.
  • El ermitaño, Thomas Rydahl. Un despropósito desde la primera línea. Aburrido, lento, muy lento, más aburrido todavía, con diálogos de poliespán y todo en una atmósfera con fondo de croma verde. Que no, que no cuela.

Decepciones:

  • Lo contrario de la soledad, Marina Keegan. Es de recibo que este libro figure en esta lista porque esperaba más de él, y es cierto que la primera mitad me gustó, por eso me decepcionó la segunda.
  • Tres rosas amarillas, Raymond Carver. Un libro de relatos que me regaló Bartleby, pero me dijo tan, tan poco que fui incapaz de dedicarle siquiera una entrada propia. Básicamente lo leí, me pareció que estaba bien pero como el que se lee el prospecto de un medicamento, no me dijo nada. Valoro el tiempo y el conocimiento que hay detrás pero no es para mí. Una cosa rara.
  • K.L. Reich, Joaquim Amat-Piniella. En este caso la decepción viene de la mano de la actualidad, de la repetición, de conocer el tema y no necesitar tantos detalles como nos proporciona el autor. Es una historia, desde mi punto de vista, desactualizada para un lector de este siglo. Con el valor que tuvo publicarlo en su día, pero hasta ahí.

Revisando la entrada algo salta a la vista: de todos ellos abundan las novedades, los libros que han sido publicados hace dos años o menos… ¡Si al final es verdad que algunos libros hay que dejarlos reposar para ver cómo los trata del tiempo! Nota mental: huir de los libros productos de la mercadotecnia. Mejor para mi bolsillo y peor para los despellejes, eso sí.

Namaste.