Autor, Literatura, McDaniel

El verano que lo derritió todo, Tiffany McDaniel


Tras leer Betty (Hoja de Lata, 2022), cuando me enteré que se publicaba esta nueva novela de la norteamericana, sabía que me haría con ella en cuanto saliera, y así corrí a la librería a por él, y justo lo leí en una ola de calor particularmente intensa a finales de agosto.

En el pueblo de El verano que lo derritió todo (Hoja de Lata, 2023) también hay una ola de calor, que llega a su punto álgido cuando un niño que se proclama el diablo llega al pueblo de la familia protagonista.

El diablo llega porque le han invitado. Quien lo invita es Autopsy Bliss, padre del narrador. Solo y sin familia a la que acudir, Sal se quedará viviendo en la casa familiar de los Bliss a pesar de que parte del pueblo se oponga, por ser el diablo y por su oscuro color de piel.

La gente cree que el infierno son llamas y demonios, pero yo no me sirvo de demonios. Hay fuego, sí, cada puerta está ardiendo. Sin embargo, yo no he encendido ninguno de esos fuegos, ni siquiera el que quema mi propia puerta.

Página 70

Como en Betty, nos encontramos en un entorno rural y familiar. Una sociedad pequeña, llena de fervorosos vecinos que claman lo que se ha de hacer, y una peculiar familia encabezada por el padre, fiscal del pueblo, la madre, que no sale de casa por temor a la lluvia, y sus dos hijos. El protagonista y narrador es el chaval de menor edad, que se convertirá en guía de Sal, el recién llegado, y compartirá con él gran parte de los momentos.

Que te den esperanza y luego descubrir que no hay esperanza posible. La esperanza no es más que un bonito ejemplo del mito de la segunda oportunidad.

Página 88

La ubicación es característica distintiva de una autora que parte de lo pequeño para ahondar en lo más íntimo del ser humano: esas diferencias que acaban chocando en la intolerancia. Añade además un punto de magia y ternura que nos conecta con la historia.

Y es que la sensación de calidez que trasmiten las páginas de la novela vienen de esa magia y ternura que consigue McDaniel, y es la que genera conexión y empatía por los personajes.

El silencio que se hizo a continuación fue como un ensayo de la muerte. Ese silencio solitario que tan bien evoca la oscuridad.

Página 153

Mención aparte merece el ritmo de la acción, una rapidez de la trama que parece en hibernación al principio y que se acelera por momentos hacia la mitad del libro, hasta terminar con una exhalación atropellada.

Se ayuda de la tensión para conseguir un ambiente de opresión y violencia que se va incrementando en cada capítulo: la desconfianza del recién llegado de los primeros se convierten en odio profundo, hasta crear una secta en su contra.

La eternidad es ahora, y no hay más que dolor repetido hasta la saciedad.

Página 315

Inevitable leer los capítulos finales conteniendo el aire, esperando que lo que intuimos que ocurrirá acabe sucediendo. Sorprende además los detalles del final.

Lo que propone McDaniel es bello y cruel por partes iguales. Nos demuestra en cada fragmento lo mejor y lo peor de la sociedad: cómo hay ternura y comprensión y crueldad y violencia sin más justificación que la suerte.

Sus textos tienen una ambientación característica, que conecta con lo mejor del Steinbeck, cos ecos de Morrison, ese estilo que es capaz de mezcla la lírica al describir el paisaje y las escenas más crudas de la acción, el modo de combinar la magia, la ternura y la confianza con lo más cruel de los extremismos y la intolerancia.

El verano que lo derritió todo es a la vez mágico y triste, desesperanzador y doloroso, bonito y crudo.

McDaniel crea un imaginario prodigioso, un ambiente de tensión en el que sabemos que nada bueno puede ocurrir, pero que nos calma al escuchar los visos de alegría, antes de que se desencadenen los acontecimientos.

Leedlo, os romperá el corazón.

FICHA:

Te gustará si te gustó Betty, Tiffany McDaniel.
Vamos a calentar el sol, José Mauro de Vasconcelos.
La canción de los vivos y los muertos, Jesmyn Ward.
Pros – La mezcla de violencia, crueldad, magia y ternura.
– El ambiente que crea la autora.
Contras – Triste, doloroso, frustrante.

Namaste.

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