Autor, Dostoievski, Literatura

El jugador, Fiodor Dostoievski

Cuando los compañeros del Café Literario comentaron la posibilidad de leer este libro conjuntamente, no lo dudé. No sólo porque llevaba mucho tiempo en mi lista de pendientes sino porque el autor ruso me gusta mucho, y tras leer sus novelas más famosas y largas (Crimen y castigo, Los hermanos Karamazov y El idiota), ésta parecía la mejor opción para continuar leyéndole.

el-jugador-webComo os comenté en el anterior IMM, cuando acudí a la librería no sabía qué edición escoger, pero me decidí por esta de Sexto Piso por su buena apariencia, la tapa dura y la calidad de las páginas. Suponía un par de euros más pero creo que mereció la pena.

La intrahistoria de esta novela nos dice que Dostoievski escribió El jugador en 26 días, los que necesitaba para entregar la obra a su editor según el contrato que había firmado. ¡Menos de un mes!

En ella el autor utiliza su propia experiencia personal con el juego para recrear a Alexéi Ivánovich, un joven de carácter inestable enamorado hasta la médula y que vive entre los vaivenes de la alegría y la desgracia más absoluta.

Sin embargo, el inicio comienza con una trama mucho más mundana: el nerviosismo de una familia por que se muera una tía que promete dejar en herencia cantidades imponentes de dinero. La tía en cuestión, que nos regala diálogos y sarcasmo a raudales, decide plantarse en la casa de su futuro heredero y hacer que todo salte por los aires gastándose su dinero en el casino. Ésto, y la relación tóxica entre Alexéi y Polina conforman dos de los temas fundamentales de la novela.

Y a ésta, pensé, esperaban ver en la tumba, enterrada y dejándoles la herencia. ¡Ésta nos entierra a nosotros y a todo el hotel!

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Por lado, el tema del dinero se plasma en diferentes personajes: la avaricia en la familia del general ruso, la ausencia de escrúpulos con tal de obtener alguna migaja, en conclusión: la ejemplificación de una sociedad en la que cuanto más tienes más vales. Por otro, el amor, en sus vertientes positiva y negativa; el amor interesado y ficticio y el amor incondicional que fomentan la autodestrucción en un personaje de por sí desequilibrado.

Ambos temas confluyen al final de la historia, que cuenta con un tono autobiográfico claro, donde se destapa la desesperación de Alexéi y su huida hacia delante.

El estilo, en este caso, omite muchas de las reflexiones típicas de Dostoievski que podemos encontrar en sus novelas largas, para ganar en dinamismo incluyendo diálogos y escasas descripciones. Los capítulos son cortos y animan a seguir leyendo, además de medir bien la organización de la trama para conferir a la historia un trato homogéneo que consigue que queramos seguir leyendo más.

Me ha parecido una historia curiosa, porque reconozco al autor que me encantó con otras obras, pero al mismo tiempo me ha sorprendido en otros aspectos, en cómo consigue condensar todo en una novela que no pasa de las 200 páginas. ¡Alta literatura condensada en píldoras, donde no sobra nada! Si dudabais si leer al autor ruso porque os echaban para atrás sus novelas más largas, esta es una opción perfecta.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • Cómo condensa los temas y los reúne al final.

  • El personaje de Alexéi, que no tiene desperdicio.

Contras

  • Echo de menos las reflexiones de sus novelas largas.

Namaste.