IMM, Literatura

IMM (16)

Regreso con (algunas…) de las nuevas adquisiciones. Los libros que os traigo hoy son los siguientes:

Algunas de las nuevas adquisiciones: Marías, Oé, Mendoza y Grandes

  • Tu rostro mañana, Javier Marías. Una edición que recoge las tres partes de la novela más conocida de Marías (y también, por lo que sé, de la más compleja). Lo cierto es que no tenía pensado comprarla, pero me gustó la edición, el hecho de tener las tres partes en un mismo tomo. Aunque el precio no era lo que se dice barato, tampoco es que fuera excesivamente caro, así que me convenció y lo compré. Lo complicado será ahora determinar cuándo es el momento de empezarlo.

  • Cuadernos de Hiroshima, Kenzaburo Oé. Recomendado por Oesido, lo anoté en la libreta en su día y casualmente me topé con él. Éste sí que lo leeré antes, tengo curiosidad por leerlo y además me viene de perlas para el reto de Meribélgica. ¿O es que soy la única que lee siempre libros de los mismos meridianos?
  • La verdad sobre el caso Savolta, Eduardo Mendoza. Aunque Sin noticias de Gurb es un libro muy famoso de este autor, me da la impresión que La verdad sobre el caso Savolta es el más aclamado de la obra de Mendoza. Como sea, y porque veo comentarios por todos los sitios ensalzándolo, no dudé en pedirlo prestado cuando vi que @Castillodnaipes lo tenía.
  • El lector de Julio Verne, Almudena Grandes. El segundo tomo de Episodios de una guerra interminable y el último libro de la madrileña (sí, lo sé, estaréis cansados de verlo por todos los sitios, que para eso es uno de los más vendidos), cortesía de Tusquets. Ya lo he terminado así que en breve os daré mi opinión.

Y vosotros, ¿habéis leído alguno de ellos? ¿Qué os parecieron?

Namaste.

P.D. O hay que leer más o comprar menos. ¿De qué sirve que todos esos pendientes que tenemos anotados los compremos si luego no tenemos tiempo de leerlos?

(Oye, que además de hacer bonito en la estantería es una sensación magnífica la de mirar el lomo y tratar de imaginarse qué hay al otro lado)

Vamos, que el que no se consuela es porque no quiere.