Hay ocasiones en las que no conoces un título pero después enseguida todo te habla de él. Fue lo que me pasó con Recuerdos de un callejón sin salida. Apareció un día en mi buzón, cortesía de la editorial Tusquets. Lo ojeé y lo coloqué en la lista de los libros pendientes.

Después, casualidades de la vida, Karo le dedicó una sugerente reseña. Fue a partir de entonces cuando me entraron unas ganas de leerlo. De entre varias propuestas, fuisteis vosotros los que decidisteis, con una encuesta, que el libro de Yoshimoto no debía esperar más.
Como ya se comenta en la contraportada, el libro de Yoshimoto es un compedio de cinco de sus relatos. En todos ellos nos encontramos con personajes que se encuentran en momentos complicados de su existencia.
Lo peculiar de Yoshimoto es la delicadeza con la que encara la melancolía que está presente en cada uno de los relatos. Es complejo escribir de la pérdida de un ser querido sin caer en tópicos, en victimismos o en sentimentalismos. Pues bien, Yoshimoto lo consigue y lo hace de un modo muy natural. No necesita grandes párrafos ni palabras farragosas para hablar de algo que todos tenemos dentro de nosotros, que es tan normal como la vida misma. Ahí radica su éxito: huye de las grandes pretensiones y se queda con lo pequeño, con los sentimientos que radican en lo más profundo de nuestro ser, en los pensamientos que en ocasiones no nos confesamos ni a nosotros mismos.
La prosa de la nipona es delicada, pero no por ello cae en la lágrima fácil. La combinación resulta perfecta, ni falta ni sobra nada: sus fuertes son las emociones, describir qué se siente el personaje por encima de qué hace. Hablarnos de sus miedos, de sus pretensiones y frustraciones, de cómo ve el futuro.
Me ha parecido una novela perfecta para épocas en las que no tengamos suficiente tiempo para dedicarle a la lectura: los relatos se leen rápidamente por lo que evitamos perder el hilo como acaba ocurriendo con las novelas largas. Es una prosa fresca, sugerente, como si, permitidme el símil, se tratara de una bocanada de aire fresco con tintes de alguna planta exótica.
Además me ha parecido que es un modo genial de acercarse a los autores japoneses más allá de Haruki Murakami. Algunos de los que me leéis me comentáis que no os gusta Murakami. Quizá por su estilo en sí, o quizá por su faceta surreal. Pues bien, Yoshimoto es la solución.
Bienvenida Banana.
FICHA:
Te gustará si te gustó |
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Pros |
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Contras |
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Namaste.
P.D. Próxima parada, ¿Kitchen? 🙂
Sí, creo que es un libro que uno puede regalar/recomendar a alguien muy cercano, querido. Es tan delicada, tan frágil su prosa pero al mismo tiempo fresca, como cubierta de rocío matinal. Sus historias son muy universales, te hace sentir en casa gracias a su manera tan natural de escribir… Muy buena reseña, me alegra que te haya gustado tanto. Te recomiendo «N.P.»,también es cortito, como una esencia sin diluir, pero sin hacerse espeso.
Btw. Modiano me encanta, tengo en casa por leer «La calle de las tiendas oscuras» 😉
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Me parece que este, de momento, lo dejo pasar. Sobre todo porque no lo he encontrado y ahora mismo no estoy para comprar libros, pero si lo traen a la biblio (o lo encuentro por medios de dudosa legalidad), probablemente lo lea…
He encontrado otro de esta autora, se titula Kitchen, y probablemente ese sí lo lea. Aunque creo que el tema es parecido… uff…
¡Besines!
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De Yoshimoto leí «Sueño profundo», que son también tres historias más o menos largas y se leen bastante rápido. Delicadeza seguramente sea una de las palabras para calificarlo. Es una autora que tengo intención de conocer un poco mejor, así que tendré en cuenta este libro. Pero el próximo suyo que lea creo que será «Kitchen», porque le eché el ojo el otro día en la biblioteca.
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Precisamente acabo de terminar Tokio Blues, y me he quedado prendada, enamorada de la historia y de la prosa de Murakami. Precisamente lo que dices que sucede con Banana, lo de contar la melancolía sin caer en la lágrima fácil ni en convencionalismos es lo que me ha pasado con Murakami. Aunque ya lo dices, que si te gusta Murakami te gustará Banana.
Me lo apunto sin dudar.
Besos!!
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Si no recuerdo mal voté por este libro y después de tu buena reseña entrará en mis próximos libros ( ni idea cuando) . Me ha gustado mucho tu entrada. Saludos!
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Karo: me alegra que te haya gustado. :$ Me apunto el libro que comentas. Está claro que antes o después leeré otro libro de Yoshimoto. Es todo un regalazo para los sentidos.
De Modiano sólo he leído “En el café de la juventud perdida”, y es cierto que tiene un halo muy especial… pero no me han quedado demasiadas ganas de repetir con él. No sé.
Lady Boheme: sí, ese mismo es el que comento debajo del post sobre que podría ser el próximo. Ya me contarás si lo lees… (¿y ese “puff”? ¿Por la melancolía?)
Bartleby: bueno, pues avisa a ver si podemos coincidir en el tiempo y lo leemos a la vez. 🙂 No sabía que hubieras leído algo suyo. Me alegra ver que coincidís conmigo en el término “delicado”.
Trescatorce: a mí también me pasó con ESE libro de Murakami. Pero hay otros que no tienen nada que ver… por eso mismo lo mencionaba. 🙂 ¡Una convencida!
Perkins: la mayoría de vosotros votasteis este libro, así que probablemente tú fuiste uno de ellos. ¡Gracias por tu comentario! ¡Ya me contarás qué te sugiere!
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este autor me repele…y es por el nombre….que le voy a hacer…prejuicio literario en toda su expresión…quizá debe plantearme su lectura después de leer tu reseña…
un abrazo,
Ale.
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«Uff» no «puff» y sí, por la melancolía… Que además yo soy hipermegaempática, y termino deprimida con el protagonista seguro, jaja!
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Hola Namaste: coincido contigo. Yoshimoto describe sin ripios emociones complejas, todo un mérito, y vaya talento. Soy de los que se cansó un poco de Murakami por una frialdad que tal vez sea japonesa pero a mí me huele a impostada. Así que celebro que haya otra japonesa con la sensibilidad de Banana. Saludos
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Perdón, agrego que el que yo leí es Sueño profundo, también de relatos y también una reflexión sobre la soledad y la pérdida. Si se repite, pero lo hace con gracia y profundidad, bienvenida reiteración
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Me gusta que sean relatos, también el título y la portada, y como apenas he leído literatura japonesa, tomo nota de este libro. Y el que digas que es como «una bocanada de aire fresco con tintes de alguna planta exótica». Me ha convencido del todo.
Un abrazo
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Lo del nombre resulta gracioso, pero me parece tan repelente como a Ale 🙂 aunque yo también tengo mis prejuicios y que no me gusta mucho la literatura o los escritores orientales.
Lo que me parece muy bonita es la portada.
Besos.
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acabo de leer el libro y coincido con la reseña, descubri a banana desde un par de años xon kitchen y cada lectura es delicadeza,simplicidad y profundidad,
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