Antes que nada, quería disculpar mi ausencia. Durante este tiempo, aunque he leído, no he tenido tiempo de sentarme al ordenador y escribir una reseña.
Pero en fin, aquí estoy de nuevo, deseando encontrar un rato para poder leer vuestros blogs y daros mi opinión que he terminado recientemente.
El libro que os traigo hoy es El hombre del traje gris, de Sloan Wilson, que ya os comenté en un IMM anterior.
El autor nos sitúa en los Estados Unidos de los cincuenta. Tras la Segunda Guerra Mundial comienza un período de crecimiento económico basado en el American way of life. Allí reside Tom Rath, un hombre común con lo mismo que sus vecinos: una casa, una familia, un trabajo y un traje gris.
Pero más allá de la historia visual, típica, que se cuenta a los familiares y amigos, hay una intrahistoria que pocos conocen. Es aquí donde empieza la verdadera trama.

Más allá de las distintas situaciones que nos cuentan los autores en sus novelas, y de lo interesante que pueda resultar una historia, hay una cosa que, desde mi punto de vista, le da muchos puntos a la novela. Y ésta es que le transmita algo al lector, que sienta en su propia carne los hechos que le van ocurriendo al protagonista. Para mí, una novela entretenida que me engancha durante un tiempo cuenta menos que otra que no enganchara tanto pero me transmitiera algún sentimiento, del tipo que sea.
Pues bien, si tengo que describir con una sola palabra lo que me ha sugerido este libro es angustia. No en el sentido kafkiano de opresión, soledad y ostracismo, sino en el matiz actual relacionado con el éxito, esto es, que todos necesitamos dinero, bienes, trabajo y familia para alcanzar el punto óptimo de felicidad que se valora hoy en día. Que cualquier tropezón que nos impida llegar a ello, de uno u otro modo siempre es un fracaso.
El éxito de esta novela quizá sea el personaje de Rath, con el que todos nos podemos identificar en un momento u otro. Todos buscamos la felicidad, todos tratamos de hacer las cosas lo mejor posible aunque no siempre salgan como esperamos.
He pasado las páginas agarrada al libro a la espera del devenir de los acontecimientos, con una empatía enorme hacia Rath, que dejaba, de vez en cuando, perlas como ésta:
Sólo los masoquistas pueden vivir sin retocar sus recuerdos.
FICHA:
Te gustará si te gustó |
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Pros |
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Contras |
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Namaste.
No está mal que nos haga reflexionar, no? Aunque si te hace angustiarte… cómo no tenemos un presente lo suficientemente negro jaja Un beso
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Te echaba de menos Hierbaroja!!!
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El verano nos deja a todos con menos tiempo, no sé qué pasa, porque haciendo lo mismo que en invierno, me cunde mucho menos (no sé si te pasa lo mismo). Pero me alegra verte otra vez por aquí!! Se te echaba de menos 😉
Curiosa la novela que nos traes… no sé si me animaré a leerla (no he leído La Hoguera de las Vanidades), pero desde luego tiene una pinta que atrae…
¡Besos!
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¡Angustia! bueno, bueno, al seguir leyendo me doy cuenta que tipo de angustia, una de esas que bien vale como antíodoto a la que nosotros mismos puediéramos desarrollar. No tiene mala pinta este historia de Rath.
A mí esos años 50 americanos, me horrorizan, los encuentro la época de «jugar a las casitas» con los rolles muy marcados.
Me parece interesante lo que traes hoy.
Feliz verano.
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Hace tiempo que está en mi lista, esperando a ser cogido. Sólo he oído cosas buenas de él, así que tendré que darle una oportunidad pronto.
Un saludo.
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Muy buena reseña y coincido totalmente contigo. Yo también necesito que el libro me transmita sentimientos, no una mera relación de hechos mejor o peor hilvanados. El personaje tiene que mantenerse en pie! y me gusta que sea ajeno a mi vida diaria. Por eso -perdón por volver a lo mío- Lolita es una joya Namaste. El señor Humbert es un tío repulsivo soberbiamente creado. Y por eso todo el mundo se empeñó en que Nabokov tenía que ser un pervertido, porque si no, como podía crear un personaje tan créible. Perdón …
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No lo conocía y parece interesante. El que transmita algo es importante en un libro.
Un abrazo
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Te recomiendo que veas la película que hicieron basada en el libro y del mismo nombre, es del 56 y está protagonizada por Gregory Peck, a mi me encantó, así que apunto el libro. Un besazo
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Vero: me ha angustiado pero de un modo que engancha, en el sentido de que es una situación más o menos común (no como esas otras cosas que agobian que son extraordinarias, estoy pensando en “Buried”). Me gusta esa combinación. 🙂
Ismael: ¡gracias! 🙂 ¡Me alegra leer eso!
Lady: el verano deja al cuerpo sin ganas de nada… sólo con el calor cualquiera se aplatana… ¡gracias guapa!
Icíar: has dado en el clavo: es la época de “jugar a las casitas”, y eso mismo es lo que parece a priori esta novela. Según se va leyendo uno se da cuenta de que hay muchas más cosas tras esa realidad de cartón piedra…
Hilario: si ya estaba en tu lista sólo te puedo animar a que lo leas en breve. Ya me contarás qué te parece. 🙂
Oesido: jaja, me gusta tu tema recurrente… y tienes razón. Un personaje muy bien creado, como lo es Ignatius Reilly. Otra cosa es el motivo por el que estén bien creados: si dan asco, si atraen o son repulsivos. El tema es que se queden en la mente tiempo después de leer el libro. Eso sólo lo consiguen los autores buenos
Blanca: ¡claro que sí! Muchos no pueden decir lo mismo…
Carol: ¡gracias Carol! Me preguntaba cómo estaría la película y si alguien la habría visto. ¡Ventajas de que estés por aquí, que lees mucho y ves muchas películas! Me la apunto y ya comentamos. 🙂
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