Autor, Greene, Literatura

El revés de la trama, Graham Greene

Llegaba yo muy ufana a El revés de la trama (Libros del Asteroide, 2020), tras haber disfrutado mucho El final del affaire (Libros del Asteroide, 2019).

En mi mente un libro iba a correr el mismo suerte que el otro: acabar entre las novelas que más me han gustado este 2023.

Error.

La acción se sitúa en África Occidental, donde un funcionario británico vive junto con su mujer. El entorno es aburrido y asfixiante, hasta el punto de que sobrevuela la separación de la pareja: lo que en teoría iba a ser un destino provisional se convirtió en su estancia permanente y eso provoca sensaciones contrapuestas.

Él le dirigió una sonrisa radiante y falsa; hasta ese punto la vida consistía en eludir la desdicha una vez más.

Página 29

Su matrimonio termina por tambalearse cuando llega una nueva mujer a la colonia que hará dudar a ese hombre íntegro sobre qué hacer. Esta situación conseguirá crearle una crisis existencial y de conciencia.

A ellos le había corrompido el dinero; a él, los sentimientos. Los sentimientos eran más peligrosos, porque no podía fijárseles un precio.

Página 68

Los temas son los predilectos del autor: el choque entre las creencias y los actos, la falta de ética o principios y la fe. Generalmente Greene parte de personajes recios e infelices que cumplen con su deber hasta que una circunstancia les pone entre la tesitura de actuar o no conforme a lo que proclaman. Después llegarán las dudas y el arrepentimiento, claro.

En nuestra alma mora un dictador despiadado, dispuesto a tolerar la desgracia de mil extraños si con ello asegura la dicha de los pocos que amamos.

Página 241

El principal problema que he tenido con esta historia ha sido la falta de interés. El estilo es correcto, los personajes bien creados, pero la trama es insulsa, plana, llegando a aburrirme. Además, en cuanto se detenía a indagar sobre los caminos de la fe me alejaba aún más.

Soy consciente de que es un tema mío, que objetivamente la novela no es mala, y sé que el propósito de Greene es acercarse a un tema cotidiano y analizarlo, sin grandes alharacas y golpes de efecto.

Aún así, durante la lectura me ha acompañado la sensación de que esta historia no es novedosa, ni interesante. Que no aporta demasiado y que el tema, o quizá el enfoque, está pasado de moda. En definitiva: la sensación de leer algo que te es indiferente.

Valoro el estilo de Greene, es un escritor genial, pero lo que cuenta no me trasmite, no me interesa, lo tengo ya visto, y no hay ningún aporte nuevo ni en la estructura ni en la trama de la historia.

No sé si esto es una sensación mía, si he abandonado algunos temas o ritmos que antes me gustaban o si bien es algo típicamente british, pero muchas de las historias que vienen de allá no últimamente no me entusiasman, me parecen correctas, bien escritas, con calidad, pero lejos de la pasión que sí me despierta otro tipo de literatura.

FICHA:

Te gustará si te gustó La gran fortuna, Olivia Manning.
Pros – El estilo de Greene.
Contras – Una historia que no aporta demasiado con la que he sentido falta de interés.

Namaste.

Autor, Greene, Literatura

El final del affaire, Graham Greene

La primera y única vez que leí a Greene fue, hace más de 15 años, con la novela El tercer hombre, en una época (breve, tengo que admitir) en la que estuve inmersa en las novelas negras, de espías y de detectives. Lo poco que sé de novela negra lo leí entonces.

EL-final-del-affaireAsí que al enterarme de la publicación de este libro y al ver la novela recomendada por las redes sociales, me sorprendió el título y también la temática, alejada de la que yo esperaba y con la que había asociado al autor.

Tanto la sinopsis como la opinión unánime de los lectores sobre lo especial que era la historia y también la película en la que se basa no hizo más que empujarme a querer leer la novela. Después. los amigos de Libros del Asteroide me enviaron un ejemplar.

Para nada me esperaba encontrarme con esta historia de amor que incluye además una parte donde aparece una espiritualidad desbordante. Una mezcla cuanto menos, curiosa, y un inicio que descoloca, por la cantidad de información que se aporta desde la primera línea. Y es que El final del affaire empieza así:

Una historia no tiene ni principio ni fin: uno elige arbitrariamente un momento de la experiencia desde el cual mirar hacia delante o hacia atrás. He dicho «uno elige» con el impreciso orgullo del escritor profesional al que, en las pocas ocasiones en que se le ha tomado en serio, se le ha elogiado por su pericia técnica, pero ¿elijo por voluntad propia la oscura noche de enero de 1946 (…)?

Página 13

Lo que hace grande a esta novela es el tempo: la medición de la trama, el trabajo que hay detrás que no hace sino demostrar la maestría de Greene, que aúna saltos temporales que descolocan, temáticas diferentes y personajes secundarios que compactan las historias. Incluir diferentes temáticas tan diferentes entre sí con un orden y un motivo no es tarea fácil. Conseguir que un marido engañado y su amante queden, y sea el segundo el que acabe contratando un detective para seguir a la mujer y que todo tenga sentido y sea creíble no es moco de pavo. Este es uno de los puntos más importantes de la novela: a raíz de ese encuentro el detective contratado aportará información al amante, mientras que iremos conociendo en profundidad la relación entre ellos, ese affaire que nos adelanta el título.

La infelicidad es mucho más fácil de narrar que la felicidad. Con la desdicha nos hacemos conscientes de la propia existencia, aunque sea a través de un egoísmo monstruoso: este dolor me pertenece a solo a mí, este nervio que se retuerce es mío y de nadie más. Pero la felicidad, por el contrario, nos aniquila: nos hace perder nuestra identidad.

Página 75

Greene se apoya en unos personajes secundarios maravillosamente creados, de entre los que destaca el detective Parkis y el enigmático Smythe, que aportan conversaciones sardónicas e interesantes como esta:

– Me escribió «Rece por mí». ¿No le parece raro que me pidiera a mí que rezara por ella?
– ¿Y qué hizo usted?
– Ah – contestó., cuando me enteré (..), recé por ella.
– ¿Y se sabe usted alguna oración?
– No.
– Entonces no parece muy correcto rezar a un Dios en el que no se cree.

Página 228

El giro final en el que conocemos la versión de Sarah consigue que veamos la visión global de la historia, además de acabar comprendiendo desde dentro los actos de una mujer que hasta ese momento se nos presenta como críptica. Cierto que a partir del libro tercero la historia pierde su fuerza inicial y se ralentiza la trama para aportar un punto de reflexión, pero parece el contrapunto perfecto para cerrar la historia.

Deberíamos conservar discos de gramófono con las voces de las personas amadas, igual que conservamos sus fotografías.

Página 228

Para mí, El final del affaire es una de esas historias tan bien escritas, tan magníficamente hiladas, que te da pena terminar porque sabes que ese brillo, esa magia que desprende no es fácil de encontrar. Esta novela es un despliegue de lo buena que puede ser la literatura sin caer en los temas típicos ni los lugares comunes. Greene sorprende, por su técnica, sí, pero también por la sensibilidad de exponer temas tan dispares como el amor y la fe sin que nos extrañe su unión.

No puedo más que recomendar su lectura, haceos un favor y acercaos a una lectura donde, os lo aseguro, os van a faltar post-its.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • La maestría en el tempo y la medición.
  • Los temas que parecieran antagónicos: espiritualidad y amor.

Contras

  • Los saltos temporales del inicio pueden conseguir que nos confundamos.

  • Hacia la mitad la historia se ralentiza.

Os dejo también la reseña de Ana.

Namaste.