Hoy os traigo una novela de esas que no necesitan presentación, de las que se suelen incluir como indispensables en cualquier lista literaria.
El argumento seguro que lo conocéis todos: nuestro protagonista es Guy Montag, un bombero muy peculiar que se dedica a quemar libros. Montag vive feliz en su burbuja: trabaja y quema libros, queda imbuido por una rutina que no le permite reflexionar. Sin embargo, su apacible vida da un giro de 360 grados cuando mantiene una conversación con una joven vecina que le hace replantearse todos los aspectos de su vida. Nada más comenzar el libro, tras leer unas pocas páginas, nos encontramos con este interesante diálogo:
Is it true that long ago firemen put fires out instead of going to start them?
No. Houses have always been fireproof, take my word for it.
Strange. I heard once that long time ago houses used to burn by accident and they needed firemen to stop the flames.
He laughed.
TRADUCCIÓN PROPIA:
¿Es cierto que hace mucho tiempo los bomberos apagaban fuegos en lugar de iniciarlos?
No. Las casas siempre han sido ignífugas, te lo aseguro.
Qué raro. He oído que hace mucho tiempo las casas solían quemarse por accidente y se necesitaban bomberos para apagar las llamas.
Él se echó a reír.
Desde ese momento, las cosas cambian. Montag comienza a plantearse por qué. Y duda. Y es que, en un mundo distópico, las reglas del juego han cambiado, y leer libros se considera innecesario. Peor aún: peligroso e indeseable. Así se lo hace saber el jefe de Montag en este fragmento:
Not everyone born free and equal, as the Constitution says, but everyone made equal. Each man is the image of every other; then all are happy, for there are no mountains to make them cower, to judge themselves against.
So! A book is a loaded gun in the house next door. Burn it. Take the shot from the weapon. Breach
man´s mind. Who knows who might be the target of the well-read man? Me?
TRADUCCIÓN PROPIA:
No todos nacimos libres e iguales, como dice la Constitución, pero cada ciudadano se hace igual a otro. Cada hombre es la imagen del otro; así que son felices, porque no hay montañas para convertirlos en cobardes, ni se les juzga en su contra.
Así que un libro es una pistola cargada en la casa de al lado. Quémala. Coge las balas. ¡Rompe la mente humana! ¿Quién sabe quién podría ser el objetivo de un hombre que ha leído? ¿Yo?
Precisamente, el título del libro alude a la temperatura con la que arde el papel. Y es que Fahrenheit 451 es un libro sobre libros, sobre la importancia de la lectura, sobre un estado represor que consigue un pensamiento único a través de la prohibición de todos y cada uno de los libros. Excepto los cómics, eso sí.
Esta novela es una oda a la literatura, a los lectores, a todos esos momentos compartidos a través de las páginas de un libro. Es también un alegato en contra de esa vida simple y monótona que existe al margen de los libros, es una novela que ahonda en la metaliteratura: por qué leemos, qué utilidad tiene y qué sentimientos nos genera.
Un libro muy interesante y muy corto, lleno de fragmentos sobresalientes, donde toma importancia más que la acción en sí, los pensamientos y planteamientos de un plan previsiblemente fallido, donde destaca la filosofía instríseca de una novela que nos remueve las entrañas a todos aquéllos que disfrutamos y miramos la vida a través de las páginas de un libro.
There must be something in books, things we can´t imagine, to make a woman stay in a burning house; there must be something there. You don´t stay for nothing.
TRADUCCIÓN PROPIA:
Debe de haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar, para conseguir que una mujer se quede en una casa en llamas. Debe de haber algo ahí. Uno no se queda por nada.
FICHA:
Te gustará si te gustó |
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Pros |
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Contras |
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Namaste.
Excelente libro, sin duda. El placer de su lectura se puede completar con la maravillosa adaptación cinematográfica de François Truffaut, película, como todas las del director francés, muy recomendable.
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Precisamente eso me han comentado por twitter, que tengo que ver la película. Anotado queda. ¡Gracias! 🙂
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Jo, a mí el final me pareció un ABSOLUTO. Un cierre apoteósico pero no completo, porque en este escenario tan irrevocable, algo completo no sería creíble. Un final que me hizo gastar días y días pensando en qué libro defendería a capa y espada para que el tiempo no lo devorase.
Sin duda, una revisión necesaria de un clásico necesario.
Un abrazo Laura!
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Es un libro que tengo pendiente desde hace tiempo. Me parece muy interesante la trama. Es muy de lectura obligatoria, vamos.
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Es un libro de obligatoria lectura. Incluso diría que de obligatoria relectura (de hecho en eso estoy, esperando hacerle un hueco para re-quete-leerlo. Y es verdad que la adaptación cinematográfica tiene también un gran nivel.
Saludos
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A mí me encantó. Me pareció una pasada y la película consigue recoger bastante el espíritu. A ver que te parece a ti.
Justo ayer, uno de mis dibujantes favoritos hizo este homenaje a este libro.
http://www.incidentalcomics.com/2014/01/fahrenheit-351.html
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Me encantó esta novela. Ese mundo distópico donde lo normal es quedarse en el salón y recibir «visitas», virtuales, de hecho. Estoy de acuerdo contigo que es una oda a la literatura, y a los lectores. Y una advertencia: lo cerca que estamos del pensamiento único, que sin libros ni libertad de imaginación tan sólo somos marionetas a cargo del que ostente el poder. Una grandísima obra, sin duda.
¡Besotes!
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No puedo ser objetivo al hablar sobre esta novela… es uno de esos libros imprescindibles
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Menudo libro éste! Tengo pendiente su relectura. Para mí uno de los tres imprescindibles en la literatura distópica junto con 1984 y Un mundo feliz.
Besos.
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Sergio: matizo: inicialmente me defraudó, porque no me pareció redondo. Pero después, pensándolo, sé que no podía haber otro final, que era imposible que cerrara de una forma más “feliz” una novela tan agria como ésta… y es verdad, algo completo no sería creíble. Quizá sería que yo esperaba algo distinto, menos emotivo.
Bea: sí, y además se lee en un par de ratos, así que es fácil colarlo entre las lecturas que tengas programadas.
Ana: admito que antes de releerlo tengo en casa “Crónicas marcianas”, así que va siendo hora de ponerme con él. Me da pena lo de las relecturas porque no le saco tiempo, y es que tengo tanto pendiente…
Molinos: gracias por tu recomendación. No la he visto, así que procuraré hacerme con ella, porque todo el mundo la recomienda. La verdad es que no soy nada cinéfila, así que tengo lagunas enormes…
Trescatorce: tengo que discrepar. En el mundo de Bradbury, el conocimiento está en los libros. No hay opción de obtener información de otro modo. El problema es que a día de hoy hay información accesible: libros gratuitos en bibliotecas, a bajo precio en las librerías, opciones múltiples para conocer cosas (Internet, más canales de televisión…etc). Realmente el quid de la cuestión de la situación de hoy es más preocupante. Es Huxley: la gente busca placer, no complicarse la vida, no pensar de más. Eso sí que es lo problemático. Pero no es obligatorio, se hace porque se quiere, cada individuo elige, libremente, qué canal de televisión ver y qué libro leer. Y de repente vemos que el libro más comprado es el de Belén Esteban, y el periódico más leído el Marca. ¿El poder nos trata como marionetas o es la gente la que se fabrica las cuerdas y se las pone en la espalda?
Daniel: es fácil recomendar un libro como éste, la verdad. Fácil que guste y mucho, porque tiene muchas cosas a destacar.
Paula: tengo que confesar que mi orden, respecto de las tres que comentas, es 1º.1984 (sin duda alguna, además) 2º. Un mundo feliz.
Pero vaya, que las tres son de lectura obligatoria, y de relectura recomendada.
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Para mí George Orwell era un genio, y valoro mucho que fuera tan crítico en su tiempo. Tiene una novela sobre el Imperio Británico en las colonias, «Días de Birmania» fantástico, en un estilo de novela realista. Asi que 1984, me encanta por el impacto que me supuso, y por ser de Orwell.
Me sonaba muchísimo este libro, como el de Crónicas marcianas, pero no sabía muy bien de qué iba, así que te he leído atentamente, con traducciones propias y todo incluidas.
Curiosidad tengo con ese final que al principio no te gustó, y luego sí, y que para otros es un final absoluto.
Pero mira, ya que la película comenta alguien que recoge el espíritu del libro muy bien, voy a tomar antes ese atajo.
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Fíjate que pensaba que ya lo habrías leído, porque es muy sonado.
Será que soy una escéptica en relación con las versiones cinematográficas, pero yo te aconsejaría leer primero el libro. Es cortito.
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Otra distopía a mi juicio interesante es la novela de la sueca Karin Boye, «Kallocaína», escrita por cierto antes que «1984» y que «Un mundo feliz» y con algunas ideas en común con ambas. En el terreno audiovisual, hace poco he visto un par de capítulos de Black Mirror que se podrían ubicar también en este terreno: «Tu historia completa» y «15 millones de méritos». En cuanto a Fahrenheit, lo leí en el instituto y recientemente se lo regalé a un amigo que acaba de ver hecho realidad su sueño de ser bombero. No pude resistir la tentación.
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Qué buena idea la tuya.
Black mirror sí lo he visto, aunque hay episodios muy buenos otros no dicen tanto, pero en general es recomendable. No me suena la novela sueca que comentas. Gracias por tu aportación.
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Pues es ese tipo de libros que tengo pendientísimos y los voy dejando, tu reseña me anima a leerlo.
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Ponte con él porque te aseguro que no te defraudará.
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