Autor, Literatura

Elías y los ladrones de magia, Cristina Monteoliva

Hoy os traigo la reseña de un libro especial. Un libro de una amiga virtual (aunque ya no tan virtual) que se zambulló en la publicación de su novela a través del crowdfunding. Como no podía ser de otra manera, participé como mecenas contribuyendo económicamente al proyecto. Desde ese momento se siembra en el mecenas la semilla de saber que se trata de un libro diferente, al que uno se siente ligado, del que conoce su inicio y con el que comparte su desarrollo.

Elías y Pelusa
Elías y Pelusa

Elías y los ladrones de magia tiene como protagonista a un niño de 13 años, un chaval solitario al que le gusta leer. Durante una excursión, el autobús en el que viajan se avería. Mientras se soluciona el imprevisto Elías se aleja un poco del vehículo y conoce a Percival, un pez que le narrará su extraña vida. A partir de aquí nuestro protagonista entrará de lleno en una historia de magia, misterio y muchas sorpresas.

A pesar de conocer la sinopsis y sabiendo sobre qué trataba el libro (o quizá precisamente por eso), el inicio me pareció imprevisible. No lo vi venir. Si al principio empezamos a conocer mínimamente a Elías, de repente otro personaje irrumpe captando toda nuestra atención, narrando en primera persona una potente historia del siglo XIX con un aventurero inglés como protagonista, llena de misterios y de lugares lejanos que visitar.

De vuelta al presente Elías tiene que hacer frente a su nueva situación: cuidar de un pez mágico mientras trata de desentrañar los embrollos que va encontrando en el camino. Un camino que discurre por las calles de Granada, ciudad romántica y llena de sus propias leyendas y legados, embriagada por una belleza extraordinaria y con el emblemático monumento de la Alhambra como mudo testigo de los acontecimientos.

La historia me ha trasladado a mi infancia, a aquél sentimiento que creía perdido de volverse niño en las páginas de un libro; de ser parte de una aventura, amiga del protagonista y de sufrir su destino. Es curioso cómo el libro traslada la ternura e ingenuidad de la infancia, la amistad incondicional, la honestidad y, al mismo tiempo, la generosidad propia de los niños que, sin dudarlo, ofrecen su tiempo y su ayuda a cualquiera que lo necesite. Pero además Elías y los ladrones de magia trasmite un amor incondicional por los animales y por la ciudad andalusí, por cada una de sus calles y sus rincones.

Cristina Monteoliva ha sabido plasmar un ambiente rico en matices y temas a través del equilibrio entre diálogos y descripciones, con una trama que da cabida al amor y la aventura, a la amistad y el compañerismo; pero también a los miedos y las soledades. Una trama tupida, con varios hilos argumentales, que conforman un todo compacto, con historias paralelas pero relacionadas entre sí.

Una historia que nos invita a soñar, y que en ocasiones acabamos diciéndonos lo mismo que se dice Diana, la hermana de Elías:

Tal vez debería pellizcarme el brazo, como Elías, para comprobar que de verdad no es un sueño

Te deseo mucha suerte en tu andadura, Cristina. Te la mereces.

Namaste.