Actualidad

Divagaciones literarias


En la Universidad siempre se hacía hincapié en la necesidad de conocer el producto que se vende. Me parecía tan de perogrullo, tan de se sentido común, que me parecía una redundacia o que valiera la pena decirlo.

 

Con el tiempo me he dado cuenta de que algo tan básico como eso, se olvida frecuentemente (haciendo totalmente usual lo que dice el refrán: “el sentido común es el menos común de los sentidos”).

 

Leyendo La librería, lo vi claro: la protagonista no tenía mucha idea de libros, básicamente se dejaba timar. Mientras iba pasando las páginas, pensaba: “¿Cómo alguien que no sabe los libros que existen, las editoriales y las modas, monta una librería? ¡Pero si es como que persona que no distingue una lubina de una trucha abra una pescadería!”

 

Desgraciadamente, es frecuente. En ocasiones me da la sensación de que nosotros, los bloggers, conocemos más novedades, más autores y más editoriales que la gente que se dedica plenamente a ello. Teniendo en cuenta de que esto es un hobby para nosotros, no dice mucho a favor de los libreros.

 

Cara de "a mí no me tomes por tonto".
Cara de "a mí no me tomes por tonto".

Por supuesto, no pretendo generalizar. Como en todos los grupos de lo que sea, hay de todo: hay libreros que te leen la mente y te dicen cuándo, cómo y de qué modo se publicará el libro que buscas, pero los hay también que cuando preguntas por Cumbres Borrascosas te preguntan si lo acaban de publicar. Aquí es donde tenemos un problema. Si ignoras que se publicó hace más de cien años, ¿cómo me voy a fiar de que simplemente sepas quién lo escribió? Si no tienes Los miserables en tu librería, ¿cómo te voy a pedir un libro menos conocido?

 

Los hay que parece que tratan al cliente como si fuera tonto. No sé si pensar qué es mejor: que sea porque soy joven, porque soy mujer o porque tengo cara de tonta, pero si te pregunto si tienes alguna de las obras de Dickens, ¿por qué me intentas colocar la saga de Proust? ¿Acaso cuando vas a por un kilo de tomates el frutero te dice “no tengo, pero llévate un kilo de manzanas, que total son del mismo color”? ¿Crees que no distingo uno de otro? ¿Que no se lo que compro o que sólo quiero los libros para que hagan decoración en la estantería?

 

Es peligroso presuponer que alguien sabe menos que tú, y más en el mundo de los negocios. En el ámbito social, te ganarás la antipatía de alguien, pero en el económico, estás perdido, porque no te van a tomar en serio. Aun recuerdo cuando un banquero trataba de colocarme un activo financiero explicándome lo que era el IBEX, de una forma ridícula e inexacta. O de cuando en una conferencia de la facultad de Derecho uno de los ponentes repetía cada diez minutos que como no sabíamos de economía no podía ahondar en lo que, precisamente venía a explicar.

 

Comentaba hace poco con alguien cercano que es necesario leer a los clásicos para acabar con los listillos. Siempre hay un listo que te dice: “¿y a tí que tanto te gustan los libros no has leido La Divina Comedia?” (y luego pone una cara de “pues no te gustarán tanto”). Pues no, no he leído el libro de Dante. En una ocasión me pasó lo mismo con la novela de Sánchez Ferlosio, El Jarama. Aquella persona decía que era el mejor libro escrito en literatura castellana (ahí es nada). Lo leí, simplemente para que después pueda decir que lo había leído y poder criticarlo con conocimiento de causa. Más tarde, me enteré que esa persona en cuestión hablaba de oídas: había oído a alguien que decía que otro había dicho que era muy bueno.

Sí, me quedé con cara de tonta. Porque el libro me pareció un truño, lo primero. Lo segundo por creerme algo así. Lo segundo por ser ingenua y pensar que lo había leído.

 

En cualquier caso, ninguna de estas situaciones me preocupan. Sé que ellos saben lo que opino de ellos, porque como dice Pla en El cuaderno gris:

 

Los ojos, pequeños, cerrados dentro de una rendija de hucha, tienen cierta vivacidad, mucha movilidad y son -según me han dicho- muy impresionables. Tanto a la visión exterior como a los reflejos internos. Son unos ojos sin educación y sin hipocresía, que me traicionan, según parece, a cada momento. Este defecto de mis ojos es característica de mis facciones, extremadamente móviles -de una movilidad tan acusada que siempre que algún amigo dibujante ha querido hacerme un retrato de frente lo ha tenido que dejar por imposible rápidamente. Es triste no poder disponer de unas facciones estáticas, fijas y académicas, de un mecanismo facial impasible. Porque, ¿de qué sirven unas facciones así? ¿Qué significan? -como la frente ancha o es un síntoma de inteligencia, digan lo que digan los novelistas. Con una cara tan móvil, vale más no moverse de casa, abstenerse de todo contacto con la gente. Si no podéis disimular los sentimientos que otros os provocan -si no podéis disimular las decepciones de las señoritas- vale más retirarse a la Tebaida de la misantropía. Creo que es un buen consejo para todas las persona que tienen la desgracia de tener unas facciones como las mías.

 

 

Y a vosotros, ¿os ha pasado algo parecido?

 

Namaste y feliz día de la salud.

 

18 comentarios en “Divagaciones literarias”

  1. Bueno, a veces es normal que pasen estas cosas y más cuando hay libreros o vendedores de libros que no aman su trabajo, y nosotros aunque seamos aficionados nos da por investigar más.
    A mí lo que me han dicho es que cómo siendo profesora de inglés no había ido a Londres. «Pues señora, 1º que no tiene nada que ver. Y 2º porque habrá coincidido que no he podido ir.» La gente es un poco…

    Besos.

    Me gusta

  2. jaja Bueno, en una librería nunca me ha pasado. A la que voy, si no saben por el libro por el que pregunto, miran en el ordenador y listos, y me parece que así quedan de p. madre, en lugar de intentar que compre otro o cualquier otra bobada.
    En cuanto a los que se piensan que sabe más que los demás, me pasó con un profesor listillo (un petardísimo), que nos explicaba que una vez le llegó una citación del juzgado por un tema de unos caballos en la que decía que tenía que presentarse tal día a tal hora y que si no lo hacía, podía caerle pena de cárcel. Lo dijo como dándose importancia, como: «mira lo que me ponen». No sé si sabes que mis padres son abogados y trabajo con ellos, así que le interrumpí y le dije «pues como todas las citaciones, no?». Y ya dejó de alardear. Bueno, en realidad con este profesor he tenido varias de estas, pero esta fue la última. Es un ignorante el pobre.

    Me gusta

  3. No es exactamente una librería, pero la papelería de mi barrio vende libros también… y le coló a mi madre (porque no iba yo con ella, que si no…) que iba buscando un regalo para el cumpleaños de mi cuñado (36 años), al loro, Crepúsculo. Que se vendía muy bien, dijo.

    También está el otro lado, los clientes… que los hay tontos, no; lo siguiente… Si tienes facebook te recomiendo que busques una página que es Libreros que ocultan preciosa información después de haber sido maltratados ( http://www.facebook.com/?ref=home#!/pages/Libreros-que-ocultan-preciosa-informacion-despues-de-haber-sido-maltratados/241610267993 ). Me troncho con las tonterías de gente que va a comprar libros sin saber muy bien lo que quiere, que confunde títulos o pretende que el librero le aconseje sin conocerle de nada. Las actualizaciones de estado son geniales… Son un poco frikis (con todo ese llamamiento a Cthulhu), pero mola.

    Aunque estos libreros son libreros de verdad… saben lo que venden y les gusta la literatura, aunque, evidentemente, no pueden conocerlo todo.

    No concibo una librería (librería como tal, no Fnac, o La casa del libro, donde contratan eventuales, etc…) llevada por alguien que no lea.

    Y qué fuerte lo de que no te has leído La Divina Comedia… Muy mal me parece, a leerla ya!! No te gusta leer?? 😛 (yo aún no la leí tampoco, no creas… hay gente que no entiende que una cosa es que te guste leer y otra que tengas tiempo para leértelo todo).

    Para terminar, sólo puedo decir… OGH! Sawyer…

    Besines enfermicos!!

    Me gusta

  4. A mí es que ese tipo de competitividades ya me da igual, supongo que mi orgullo en esto desapareció hace ya mucho tiempo. Admito que cualquier persona puede saber más que yo, aunque así no sea, pero es que me da igual. Cuando lees algo que te interesa, lo que estás haciendo es alimentar tu curiosidad, y te lo estás pasando genial con el descubrimiento. Me da igual que al de al lado le parezca obvio porque lo tiene superado, o al menos,eso diga. Yo a mi nivel disfruto, y no trato de competir, si necesitas que te diga que eres más ducho, pues te lo digo, no busco la cultura como herramienta o arma de estar por encima del de al lado. Al mismo tiempo, cuando veo a una persona cultivada que lo que está haciendo es utilizar las «referencias» adquiridas con su «cultura» para hacer sentir al otro inferior, pues: me parece un imbécil.
    Querida, Lahier, Feliz Navidad 😀

    Me gusta

  5. Hace 5 ó 6 años, tuve que comprar para hija el libro «Diez negritos», de Agatha Christie. Se lo pedían en el Instituto de una editorial en concreto, por lo que no le valía el que yo tenía. Fui a la librería del barrio (cuyo dueño presume de ser librero e incluso te recomienda algún que otro título cuando vas a comprar), entre otras cosas porque siempre tiene los libros que mandan en los colegios e institutos cercanos.
    Para mi sorpresa me dijo: «No, no lo tengo. Y ¿cómo dices que se llama?. Nunca había oído hablar de él. Preguntaré en la editorial». Mi cara debió ser todo un «poema».
    Me acerqué a otra papelería-librería con la misma petición y ya con un poco de miedo. Este me dijo: «No lo tengo, pero te lo pido. Ahora se edita con el nombre de Y no quedó ninguno«.
    Imaginaréis que he cambiado de comercio para comprar libros.
    No me alucina que no lo tuviera, ni siquiera que no supiera que ambos títulos eran de la misma novela, pero ¡Que me dijera que nunca había oído hablar de ella!.
    En fin. Vivir para ver.

    Me gusta

  6. Por cierto, yo también os deseo: ¡Feliz día de la salud para todos! y espero que a alguno de los lectores del blog le haya también tocado algún «piquito» en la lotería (aunque no es mi caso).
    Besos.

    Me gusta

  7. Ja! Si te contara por las que tengo que pasar, no acabaría nunca, jeje. Felizmente de vez en cuando me topo con algún librero informado, eficiente y discreto (huyo de los charlatanes), pero las experiencias negativas ganan por goleada. Una mala la conté en mi blog, cuando fue toda una Odisea la que padecí para encontrar Tristram Shandy, de Sterne (me corregían el título, me ofrecían el dvd de la película Tristán e Isolda, etc.): http://fenixcidio.blogspot.com/2009/11/tristram-shandy-y-otras-opiniones.html
    En fin.
    ¡Feliz Navidad!
    R.

    Me gusta

  8. Yo me he encontrado de todo… Desde gente que no sabe nada y parecen empeñados en darte clase, gente que sabe muchísimo y no lo aparentan, a gente que sabe mucho y tienen que demostrárselo a alguien. Caso aparte es el caso de los profesores, donde, curiosamente, los que más sabían eran los que eran menos se la daban de listillos. Mi peor profesora se creía el centro de referencia de docencia mundial y no se sabía ni su asignatura (describía sus penosas clases como «clases magistrales»). También tuve un profesor que me dió «nivel de master» en economía y derecho, en apenas 20 horas.

    En cuanto a los libros, intento que no me la cuelen, más que nada porque no suelo pedir consejo a los libreros.

    Feliz Navidad a todos! Y a quien le haya tocado la lotería, que lo diga y se invite a algo…:)

    Me gusta

  9. Yo soy asocial en cuanto a libreros. Me gusta entrar a una librería, ir a la sección concreta y encontrar el libro que busco. Si no está ahí es que no lo tienes. No concibo que esté ubicado en otra sección (por la que seguramente ya habré pasado) o que lo tengas guardado en almacén. A mí me gusta coger mi libro, curiosear lo que haya por las meses e irme (previo pago claro). Supongo que por eso tengo tal afición a agapea.com. Hago mi pedido, lo recojo en la tienda cuando me mandan un sms y no tengo que discutir si el título es así, el autor del otro modo, está descatalogado o lo que sea. Donde único no logro este objetivo es en la librería de segunda mano donde el dueño es un pesado que intenta venderme LO QUE SEA, es que ni pregunta qué ando buscando.

    Me gusta

  10. Típica persona super estupenda, conocedora del universo en general y de todo lo que contiene en particular, creador de grandes frases totalitarias, capaz de formular una ley absoluta de lo que quieras en 2 minutos y quedarse tan ancho…

    Pues bien, depende del día. Hay dias que no tengo ganas de ver, ni de oir, lo mejor es irse para que no te salga una úlcera. Pero hay otros en los que no puedo soportarlo, no me queda más remedio que meterme y empezar a rascar, y a rascar… auque con este tipo de gente no se suele llegar a ningún lado, y te terminas yendo esta vez si, con tu úlcera.

    Me gusta

  11. Pues mira por dónde hoy me ha pasado algo por el estilo, en concreto por el intento de engatusarme. Desde hace tiempo aprendí que lo mejor es informarte bien de todo lo relacionado con lo que quieres comprar y, una vez en la tienda, saber que no te van a pillar «por tonto» nada más cruzar el umbral; que algo vas a resistir hasta perder la noción del tiempo y el espacio, limpiar la cartera y salir con algo que era más de lo que ibas buscando…

    Con más de un/una «fantasma» me he cruzado. Algunos de los que incluso te rebaten sobre tu propia formación académica… Isi lo dejste en su sitio! La cara que se le debió quedar al susodicho profesor…

    Sobre libreros con grandes conocimientos siempre me ha sorprendido un gentil hombre que trabaja en la universidad donde estudié. Con sólo darle una breve descripción del libro (del tema o físicamente) es capaz de hallarte el que buscabas o recomendarte los que traten sobre lo mismo. Y si les das los datos de uno en particular es más eficaz que el ordenador para darte detalles sobre editorial, calidad, precio, disponibilidad, etc. Una maravilla!!

    ¿Por qué se quiere aparentar más de lo que uno es? Lo peor de eso ya no es que, como bien se dice se pilla antes al mentiroso (o fanfarrón) que al cojo , sino que se miente uno a sí mismo…

    Feliz Navidad!!

    Besos!!

    PD: Sr. Holloway, qué raro verte por aquí… 😛

    Me gusta

  12. Sí, me ha pasado y muchas veces.

    Un compañero me dijo un día que se estaba leyendo un libro de Pío Moa, yo le dije que no conocía a ese autor, me miró con cara de asco infinito y me dijo «¿No sabes quién es Pío Moa, pues es un escritor famosísimo?» Luego ya me enteré de quién era el prenda en cuestión. Y el otro me lo vendía como Ortega y Gasset de nuestros tiempos.

    Y tantas y tantas cosas, como esa librería donde pregunté si tenían David Copperfield y me dijeron que de quién era, o cuando pregunté por Sin Noticias de Gurb de Eduardo Mendoza y le pidio que le repitiera el apellido.

    Y sin ir más lejos, ahora mismo estoy oyendo hablar del famoso champagne francés «Don Pericón», sí, he dicho «PeriCÓN»

    pd. Rubito-guapo-tú

    Me gusta

  13. Vero: tienes razón. También es que yo creo que mucha gente pierde interés en conocer algo, porque no sé, si vendes libros qué menos que estar al tanto de las novedades y esas cosas… Imagino la cara que se te quedaría al escuchar eso. En fin, si es que hay cada un@…

    Isi: ¡el problema es lo que dicen ANTES de mirar en el ordenador! Jaja, menudos profesores que hay por ahí, madre mía. Y lo peor es que van de listos…

    Lady Boheme: ¡Madredelamorhermoso! Sí, he visto la página que comentas de facebook, y hay cada uno, que telita… Pues no sé, fíjate que en los dos casos en los que me ha pasado eran en librerías pequeñitas, en plan familiares, donde se supone que redunda en tu propio beneficio el saber un poco del tema, y en cambio en las grandes superficies siempre he tenido suerte y me ha tocado gente que conocía del tema. Jaja, ¡la tengo apuntada en mi lista de 50 libros! Yo es que creo que hay gente que piensa que en total habrá como 300 libros, así que si te gusta leer y no los has leído todos es que no lees nada… porque si no, no lo entiendo, en serio.

    Icíar: efectivamente, eso es lo que me pasa a mí. Cada uno que disfrute y ya está, pero ¿qué sentido tiene menospreciar al de al lado? En fin, hay que pasar porque si no una no hace más que enfadarse. ¡Qué exitazo ha tenido la foto! 🙂

    Ascen: pues sí, vivir para ver. No sé por qué le habrán cambiado el nombre: ¡si estaba mejor el anterior! Y encima parece que te ponen cara de “ese no es conocido”

    R.: acabo de volver de tu blog. Anda qué, ¡te cambian por la cara el nombre y te dicen que tú no sabes bien el título! Tristán… puf.

    JL: hay de todo, claro que sí (y menos mal). Aun recuerdo tu profesor. Iura novit curia… ¡No disimules que sé que te ha tocado algo!

    Elwen: ¿no te ha pasado que en algunas librerías esté todo desordenado? Porque he visitado varias últimamente y allí no había forma de encontrar determinadas letras, y eso que se suponía que estaba ordenado en orden alfabético… La página que comentas no la conozco. Voy a echarle un vistazo.

    Carmen: jaja, qué remedio… ¡es mejor eso que cabrearse!

    Niebla espesa: uy, ¿estás definiendo a alguien que conozca? Es mejor no decir nada, pasar del tema… siempre es más fuerte la indiferencia, hazme caso.

    Domi: hemos ganado mucho con Internet, la verdad. Fantasmas hay muchos, ya lo sabes. Recuerdo a ese librero. Era una máquina.

    Has dado en el clavo: ¿qué sentido tiene? Además yo creo que hay gente que se convence a sí misma de saber de algo. ¿Nunca os ha pasado? En plan, “yo entiendo de libros” (que también podría ser “yo sé alemán”). Y mira que yo NO sé alemán, pero luego cuando vi a esa persona que sólo sabía decir tres frases me convencí. Hay que jorobarse.

    La fotografía tiene una explicación: pretendía poner una foto de una cara de incredulidad, pero es difícil de encontrar en la red. Después pensé que Locke o Linus tenían varias, estuve buscando pero ninguna me convenció. Después encontré esta. Como encima es guapo, dos pájaros en un tiro. 🙂

    Loque: puf.. no saber quién es David Copperfield… ay ay…

    ¿Pericón? ¿Pero qué? Jajaja, qué gente, madremía…

    Ya me despido, no sin antes decir: ¡Feliz Navidad a todos! ¡Espero que paséis unos días muy agradables con vuestros familiares y amigos! 🙂

    Me gusta

  14. ¿Por donde empiezo? tengo anecdotas a granel como aquella vez que se me acerco uno diciendo que lo mejor de si mismo era su gran inteligencia y cultura, le pregunte que libro estaba leyendo y me dijo «El codigo Davinci» y le dije ¿el betseller? y me pregunto ¿que que era eso?.

    – Aquella vez en el trabajo de:- ¿No conoces el ocho? ¿y a ti te gusta leer? ¡si es un libro bueniisimo!

    – Aquella vez en el cine: Peter Jason ha hecho una adaptación perfecta del señor de los anillos y digo ¿te has leido el libro? y me dice: no, pero todo el mundo lo dice, además ¿para qué si ya he visto la peli?

    Con los libreros soy como ELwen, asocial…pero cuando he tenido que preguntar, no me ha ido muy bien: como en la feria de libros de viejo de Madrid, pregunté por Italo Calvino y me dijeron: – Pues no tengo ni idea de lo que hay, mira por ahi ( ¿comó se puede montar un stan sin saber ni que libros has traído?)

    En fin, a disfrutar de la lectura, Felices fiestas!

    Me gusta

    1. Jajaja, menuda muestra de cultura no saber qué es un best-seller (aunque sólo sea porque es una palabra muy extendida y porque ella misma dice lo que significa.

      Pues sí, a disfrutar de la lectura. ¡Bienvenida a mi blog, Beatriz y felices fiestas! 🙂

      Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s