Literatura, Reseñas

Crónicas vampíricas

Mi entrada de hoy está, en parte, dedicada a los seguidores de la saga Crepúsculo (que entran en mi blog debido a una entrada antigua en la que traté someramente el tema). Como la época estival invita a leer, me he llevado a la playa la quinta parte de las Crónicas Vampíricas de Anne Rice.

Portada del libro
Portada del libro

Os pondré en antecedentes. Imagino que os sonará Entrevista con el vampiro. Pues bien, es la primera parte de esta saga. En ella, el vampiro Louis relata sus relaciones amor-odio con Lestat, su creador, y su ferviente amor por la niña vampiro Claudia. Quizá en algunos pasajes sea un libro lento, pero el motivo es que Rice dota a los protagonistas de un gran sentido filosófico, que hace a los vampiros preguntarse por las grandes cuestiones (¿de dónde venimos? ¿cuál es el sentido de nuestra existencia?).

Fotograma de la película
Fotograma de la película

Puede ser que hayáis visto la película (una de mis favoritas), que es  del 94, está dirigida por Neil Jordan y que cuenta como protagonistas a Brad Pitt, Tom Cruise, Antonio Banderas y una jovencísima Kristen Durst. La película sigue fielmente el hilo de la novela, cosa que es de agradecer.

La segunda parte es Lestat el vampiro, libro en el que el anterior secundario se postula como protagonista de las siguientes partes de las crónicas. En ella, habla sobre sus orígenes: desde su nacimiento como mortal en Francia, pasando por su conversión en inmortal de la mano del vampiro Magnus hasta las informaciones obtenidas por el anciano Marius. El libro es más entretenido que la primera parte, quizá por el carácter de Lestat, capaz de ser cruel pero de amar a la naturaleza humana.

La tercera parte se llama La reina de los condenados (hay una película con este mismo nombre, por lo que tengo entendido es una mezcla de la segunda y de la tercera parte, así que poco tiene que ver con la novela) y es, hasta el momento, la que más me ha gustado. Trata sobre el origen de los vampiros: cómo surgieron, cuándo, y de otras leyendas antiguas de esa especie. La escritora mezcla de una forma rápida e integrante muchas historias y personajes, por lo que mantiene al lector pegado a las páginas.

La cuarta parte de la saga se llama El ladrón de cuerpos. En él, Lestat, cansado de su naturaleza vampírica, en la que se ve obligado a ver morir a sus seres amados, decide ser de nuevo mortal y lo hace cambiando su cuerpo con un mortal que se ha cansado de serlo. Tiene capítulos muy buenos, aún así tiene menos ritmo que la tercera parte.

El quinto tomo, que es el que he leído en mi breve período en la playa, (tras varios semestres apuntado en mi post-it de “Libros para leer tras exámenes”) es Memnoch el diablo. En esta entrega Lestat habla con el demonio, sobre Dios, sobre la Tierra, la existencia… todas esas cosas. Al principio el libro desilusiona. Es lento, muy pesado, y además tiene capítulos suprimibles (¿qué me importa a mí que Lestat vaya un rato a pasear su perro? ¿por qué tiene que describir tan detalladamente pasajes demasiado escatológicos?). Después, cuando Memnoch aparece (por fin) en el relato, se anima. Aún así, no es un gran libro, no aporta mucho a la saga y no me ha gustado mucho, quizá porque esperaba mucho más de él.

Diferencias con otra saga de vampiros: Crepúsculo de Stephenie Meyer

La saga de Crónicas Vampíricas
La saga de Crónicas Vampíricas
La saga de Crepúsculo
La saga de Crepúsculo

Esta saga es muy diferente de la saga Crepúsculo. Me atrevería a decir que lo único que tienen en común es que alguno de los protagonistas es un vampiro.

En Crepúsculo el tema central gira, como ya comenté en otra entrada del blog, en que una adolescente mortal se enamora de un vampiro. Aunque Meyer menciona que Edward tiene una familia, poco comenta sobre éstos, simplemente recalca sus deseos por “probar” la sangre de su novia.

En la saga de Crónicas Vampíricas hay siempre muchos temas mezclados: desde la propias jerarquías de los vampiros, sus relaciones con los mortales (de los cuales llegan a enamorarse, a trabar amistad, pero que suelen ocupar un lugar secundario) hasta la filosofía, que para mí es lo más importante de estos libros. Los vampiros se describen como  depredadores, sí, pero también con características típicamente humanas… situación que quizá se agrave al poseer algo que  nosotros no tenemos: un tiempo infinito.

Debido a esto, hay ocasiones en los que, al igual que los humanos, dudan sobre su existencia (incluso hay intentos de suicidio). En fin, que a pesar de que desde el punto de vista superficial los vampiros son poderosos, malignos y parece que todo lo tienen claro, no es así. Dudan de sí mismos, de su naturaleza vampírica (en la primera parte Louis trata de sustituir la sangre humana por la de animales como las ratas), de que descienden del mismo demonio…

Además, la diferencia temporal es grande: las historias de Crepúsculo ocurren en un momento actual, pero además en pocos meses. Todo lo contrario que ocurre en la saga de Rice: el período mínimo puede ser un año (como por ejemplo La reina de los condenados), pero sin embargo otros tomos duran lo que una vida (como en Entrevista con el vampiro y Lestat el vampiro).

Sin embargo, una de las similitudes es su éxito. El de Crepúsculo es actual: una trilogía que vende libros sin parar, con la segunda parte New Moon, ya rodada, que espera estrenarse en Navidades de este año…

Las Crónicas Vampíricas, aunque no tan conocidas en España, lleva 30 años dando alegrías a Rice. Desde 1976, año en el que se publicó la primera parte, se han sucedido muchos tomos posteriores (hasta alcanzar los 8 libros) . El éxito era tal que para enganchar a los admiradores de esta saga a la de su saga posterior Las brujas de Mayfair, presentó a su bruja con uno de nuestros vampiros.

En fin, que para gustos los colores. Una cosa está clara: si queréis desconectar de la realidad (para reengancharos después, no me seáis vagos), un libro de este calibre ayuda mucho… eso parece que es lo que dice mi ejemplar de Memnoch el diablo, que vuelve a casa con un poco de crema en sus tapas y algo de arena entre sus páginas…

Lo he intentado pero no puedo… ahí va una de mis escenas favoritas de la película…


Namaste.