Autor, Literatura, Ramis

Las posesiones, Llucia Ramis

Las posesiones narra el regreso de una joven desde Barcelona a Mallorca para pasar tiempo con su familia y de paso ocuparse de su padre, recientemente jubilado, que empieza a mostrar signos de despiste y confusión. Aunque podría parecer que el tema principal es la reflexión sobre la edad y el paso del tiempo (donde se incluye la relación familiar entre una hija que comienza a tomar funciones de sus padres, y la reversión de la relación paterno-filial), la realidad es que la protagonista reflexiona también sobre su vida profesional y amorosa, incluyendo determinados aspectos autobiográficos que nos hacen pensar en la autoficción.

Las-posesionesPero además, desde la primera página lo que Ramis nos pone encima de la mesa es algo muy distinto: el asesinato que comete un empresario al matar a su mujer y su hijo, que termina suicidándose. Este hilo lo encontraremos agazapado en toda la novela, presente pero sin mencionarse, y en otras ocasiones, descrito minuciosamente. Un hecho que afectará a la familia de la protagonista, no sólo desde el punto de vista afectuoso y chocante (conozco a alguien que ha sido capaz de realizar un acto execrable) sino desde el punto de vista material, al ser socio del abuelo de la narradora.

Así, la historia comienza incluyendo de diversos temas utilizando un estilo directo y sencillo, que mide la información que nos va contando y va cambiando de un tema a otro de una forma muy natural, temas aparentemente separados que es capaz de compactar, haciendo que la historia tenga un sentido más allá de los hechos aislados que nos va narrando. Aprovecha para que conozcamos a la protagonista, aportando detalles de su vida, rememorando aspectos de su pasado (su infancia, lo cual lo engarza con la vida de sus abuelos, o con Mallorca, su vida universitaria, lo que la anima para contarnos más sobre sus amigos y sus rutinas en Barcelona) y en general una especie de resumen de la vida de una treintañera que se siente por un lado, timada por una vida que le habían prometido a la que no podrá acceder, y por otro, nostálgica de un pasado al que no podrá regresar y que le ponen de relieve sus familiares al estallar la noticia de que venden la antigua casa familiar.

¿Queremos saberlo todo de nuestros padres? Y ellos, ¿quieren saberlo todo de sus hijos? Es evidente que no. Entonces, ¿por qué reclamamos saberlo todo de la persona que comparte nuestra vida?

Página 136

Si bien el inicio me pareció frío, incluso aburrido y poco interesante, según va contando más de sí misma me fue interesando más el texto, uniéndome no a al sentimiento de nostalgia al que recurre Ramis sino al reconocimiento de dicha sensación entre otros: cómo se siente uno al comprobar que no hay casa a la que volver (aunque uno dijera que no quería volver), al ver que uno se siente avocado a ir hacia adelante irremediablemente y sin saber adónde, a una especie de abismo alejado del confort familiar de la infancia, de un recuerdo edulcorado en el que el sol brillaba más, donde las preocupaciones no existían.

Eso, más la pieza del asesinato: un hecho brutal que cambiará la percepción de las cosas, y la propia protagonista pensando en su pasado: el pasado que ha perdido, el pasado de su familia, recordar cómo era su padre y en lo que se ha convertido ahora, la reflexión sobre la madurez, el pasado y los recuerdos.

Las posesiones es probablemente un ejercicio de memoria de una persona que compara lo que imaginaba que se iba a encontrar con lo que es su vida realmente, que ve cómo sus padres acusan el inexorable paso del tiempo y que reflexiona sobre cómo aspectos exteriores afectaron a su familia.

FICHA:

Te gustará si te gustó

Pros

  • El análisis del paso del tiempo.

  • La inclusión de las relaciones amorosas de la protagonista.

Contras

  • El inicio que no me acabó de enganchar.

Gracias a Libros del Asteroide por el envío.

Namaste.