Auster, Literatura

La trilogía de Nueva York

Doy la bienvenida al mes de Octubre con un libro que tenía muchas ganas de leer.

Cuando uno comienza este libro, ya sabe que está leyendo un libro de Auster, porque enseguida ves que ni siquiera el protagonista tiene claro si lo que está viviendo es realidad o ficción, porque hay múltiples referencias literarias o porque casualmente un personaje se llama Paul Auster.

Este libro se compone, como muchos sabréis, de tres relatos cortos. Ambos tienen en común una parte detectivesca y policíaca, pero hay diferencias significativas entre ellos:

  • Ciudad de cristal es el primero de los relatos. Un detective recibe un encargo que no dejará hasta llevarlo a cabo, de tal forma que llega a un extremo impensable. Os dejo unos fragmentos:

Volvió de nuevo su atención a la fotografía y se sintió aliviado al descubrir que sus pensamientos se desviaban al tema de las ballenas, las expediciones que habían partido de Nantucket en el siglo pasado, Melville y las primeras páginas de Moby Dick. Desde allí su mente pasó a los relatos que había leído sobre los últimos años de Melville, el viejo taciturno que trabaja en la aduana de Nueva York, sin lectores, olvidado de todos. Luego, repentinamente, con gran claridad y precisión, vio la venta de Bartleby y la lisa pared de ladrillo ante él.

La obsesión del pobre detective se hace muy vívida, agobiante, impensable. (Me estoy acordando a la parte en la que duerme tan sólo dos minutos cada quince minutos)

  • El segundo relato es Fantasmas, un relato más corto, y para mi gusto, bastante más simple y de peor calidad. Me ha recordado a Me llamo Rojo de Pamuk (sólo por el nombre de los personajes)

Ciertas noches, cuando Azul tiene claro que Negro no irá a ninguna parte, se va a un bar no lejos de allí a tomarse una o dos cervezas, disfrutando de las conversaciones que a veces tiene con el barman, que se llama Rojo y tiene un extraño parecido con Verde, el barman del caso Gris de hace tanto tiempo. Una furcia de aspecto desaliñado que se llama Violeta frecuenta el bar y una o dos veces Azul consigue emborracharla lo suficiente como para que ella le incite a su casa, que está a la vuelta de la esquina.

Pero lo que no me podía sacar de la cabeza, cada vez que se mencionaba el nombre del protagonista (Azul) es esta estúpida canción:

  • El último relato es La habitación cerrada, y es el que, de lejos, más me ha gustado. Me parece mejor planteado, más ameno y con más intriga. Aquí es donde Auster despliega su elegante narrativa creando unos personajes creíbles, realistas y muy interesantes.

No hay probabilidades que vencer, no hay reglas que pongan límites a la mala suerte, y en cada momento empezamos de nuevo, tan a punto de recibir un golpe bajo como lo estábamos en el momento anterior.

Ciertamente es aterrador imaginar que tu propia respiración te va metiendo en un ataúd de hielo, en mi opinión, es considerablemente más angustioso que, digamos, El pozo y el péndulo de Poe. Porque en este caso es el hombre mismo el agente de su destrucción y además, el instrumento de esa destrucción es precisamente lo que necesita para mantenerse vivo. Porque ciertamente un hombre no puede vivir si no respira. Pero al mismo tiempo no vivirá si respira.

Así que me quedo con una sensación agridulce, con la certeza de que el libro que más me gustó de Auster fue Leviatán. En cierto modo me he llevado una ligera decepción, porque esperaba mucho más. Indagando por la red me he dado cuenta que no soy la única.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • Las referencias literarias del autor.
  • El punto intermedio de sus relatos entre realidad o ficción, conspiración o no.
Contras
  • Uno se queda con la sensación de que el autor quería llegar a algo a lo que no ha accedido o bien que no se ha entendido del todo.
  • La relación entre los tres relatos queda muy en suspenso.

Namaste.