Bassas del Rey, Literatura

Soledad, Carlos Bassas del Rey

En la recámara tenía pendiente leer a Carlos Bassas. Mi idea original era leer Justo, pero la verdad es que la reciente publicación de Soledad (Editorial Alrevés, 2019) me hizo decantarme por este título.

Soledad.jpgComo casi siempre, no leí la sinopsis, sino que me metí de lleno en una historia de poco más de 200 páginas que me obligó a continuar leyendo aunque mi planteamiento inicial era tomármelo con mucha más calma. No pudo ser. Y quizá no pudo ser por el modo que tiene el autor de ir utilizando los recursos a lo largo de la historia, donde aguarda paciente e inofensivo hasta que nos lanza un gancho en el estómago.

Soledad es una historia dura. Sabemos desde el principio que hay una muchacha muerta, y que Soledad no sólo es una sensación sino el nombre de la madre que acaba de perder a su niña. Soledad es también lo que siente el detective que, jugando con los arquetipos del género, trata de esclarecer lo sucedido.

Tanto Romero como Soledad crearán un vínculo: el del dolor. El primero, tratará de determinar qué ocurrió y quién lo hizo. La segunda ahondará en su pasado intentando encontrar respuestas.

«¿Quién le ha hecho esto a la nena?»
Y luego piensas:
«¿Por qué?»
Antes de volver a dormirte, un último pensamiento te viene a la cabeza:
«¿Cómo es posible que el vacío ocupe tanto espacio?»

Página 80

Como decía más arriba, es difícil soltar este libro. Complicado alejarse del nudo en el estómago, de la violencia de las líneas y lo cruel de la situación. Pensaba que lo conseguiría, o que el autor sería algo más magnánimo para con el lector y le daría un respiro. Lo siento pero eso no pasa. Y precisamente por eso, con Soledad nos sumergimos hasta el cuello y sólo podemos acabar saliendo a respirar cuando el peligro ha pasado, cuando conocemos esa verdad de las últimas páginas. Hasta el fin de la novela la tensión nos pide continuar sin relajarnos hasta que descubramos la verdad, hasta que sepamos quién ha matado a la pequeña Abigail.

Uno cree eternas algunas cosas, pero lo único cierto es que solo existe una verdad en este mundo, y es que todos nacemos ya muertos.

Página 117

Por una vez tengo que darle razón a la sinopsis:

Soledad (…) es un un recordatorio de que, en ocasiones, la verdad no libera, sino que lo calcina todo a su alrededor.

Calcinar. Arrasar. Eso es Soledad. Esas dos palabras son un buen resumen de la novela sin que os cuente de más. Llevo unos días pensando en cómo se puede hacer eso, cómo se pueden juntar las palabras de tal manera que el pobre lector que se acerque acabe sintiendo el dolor físico en sus propias carnes. La verdad es que no lo sé.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La fuerza que irradia la historia.
  • Una historia que aparentemente sencilla que demuestra
Contras
  • La desazón en el estómago.
  • Es imposible leer otro libro si comienzas este.

Namaste.