Autor, Literatura, Lutes

Berlín, ciudad de humo

La segunda parte de la novela gráfica de Berlín sigue la estela de su predecesora, en el sentido de continuar con la mayor parte de los personajes que ya conocíamos (si bien hay algunas novedades) para situarlos, de nuevo, en el Berlín de 1929.

Portada de Berlín, ciudad de humo

Pobres y ricos, negros y blancos, obreros y burgueses se unen para dar vida a una historia que engloba desde los temas mayoritarios (como el dinero, el poder o la infelicidad) a las cuestiones propias de las minorías (el racismo, la sexualidad o la desesperación).

Englobando ambos temas Lutes consigue un argumento más rico que la primera parte, con personajes más redondos, aunque no por ello abandona su técnica sencilla: en blanco y negro y sin sobrecargar con detalles las viñetas.

Sin embargo, la aparente sencillez de las viñetas consigue que el lector se fije en las emociones, ya sea por gestos o miradas. Es algo complejo conseguir que el dibujo sea sencillo y a la vez que el lector se identifique con las sensaciones de los protagonistas de la historia que está leyendo. Es esto lo que Lutes consigue. Lo cierto es que, teniendo el antecedente de la primera parte, esperaba algo menos de esta novela. La segunda parte adquiere complejidad, los personajes son más reales y complejos y aunque sigue envolviéndola un ambiente de tristeza y desolación, es necesario para comprender las situaciones de los protagonistas.

Me alegra haber empezado a leer novelas gráficas, no sólo por la gran calidad de que disponen sino porque son una buena opción para compaginar en épocas en las que tenemos poco tiempo o bien para intercalar con otras novelas.

En conclusión, deseando espero la tercera parte. 🙂 (Gracias a Pedro por prestármelas).

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
Recomendación
  • Leer las dos partes seguidas, ya que tienen mucha relación. Si se espera mucho podríamos perder el hilo

Namaste.