Vuelvo aunque sea brevemente.
Hace un tiempo os mostré cómo me indignaba por las faltas de ortografías. Ahora ya parece hasta habitual encontrarse con ésto:

Guau. Pedazo de falta. Eso es lo primero que pensé y por eso tomé la foto (aunque todo el mundo del bar se me quedara mirando, claro). Lo segundo que pensé fue que ya que lanzan las jotas por las palabras así aleatoriamente, podían haber acabado bien la historia poniendo ajetes con g. Por lo menos me habría parecido más lógico.
Próximamente, reseñas de libros a mansalva.
Namaste.