Literatura

Lecturas veraniegas


Dicen que en verano tendemos a leer libros más largos, quizá porque de uno u otro modo salimos de la rutina y la mente pide cambiar, leer tochos, o quizá intentarlo con los clásicos.

No sé si esta afirmación es cierta, pero la verdad es que conmigo han acertado. Fue en verano cuando leí Crimen y castigo, cuando lo intenté con el Ulises de Joyce, y es precisamente ahora cuando me he embarcado con Los miserables.

La novela de Victor Hugo es una obra magna de la literatura, pero también de la historia y de la filosofía. Es una novela que abarca todo, que cuenta el devenir de Jean Valjean pero que el autor aprovecha para darnos a conocer la Francia de la época, la situación histórica, religiosa, filosófica y social del momento. Inevitablemente teniendo tanto contenido no podía sino resultar un tocho, uno de 1800 páginas, que hay que leer de a poco, con tramos muy dinámicos y otros muy lentos. Una enciclopedia de la sociedad, aún a riesgo de resultar pesada en algunas partes.

Llevo más de un mes con ella, y sé que me queda otro tanto. Así que mientras, aprovecho para una lectura muy más liviana, la archiconocida novela La princesa prometida, de William Goldman. Apenas tengo recuerdos vagos de la película (claro, ¿a quién no le suena lo de “Me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre, ¡prepárate para morir”?) pero otro tema es descubrir la historia de Buttercup y prestar atención desde el principio a la historia en sí.

La princesa prometida es el antónimo de Los miserables. Es rápida, en ocasiones demasiado rápida, divertida y humorística, absurda y entretenida. Va a lo esencial, es una novela de acción. La edición, que ya os mostré en el último IMM, corresponde a la reedición con motivo del 25 aniversario, y además forma parte del reto de Isi de leer 10 libros en inglés.

A este respecto, os confieso que voy retrasada con todos los retos que tengo activos. Hasta ahora, en relación a mi propósito lector, (que para ser sincera es el que más me preocupa porque me lo he planteado yo misma), tan sólo he leído 3 de los 10 que me he planteado. Cierto es que tengo pensado comenzar con Memorias de la casa muerta, de Dostoievski, en cuanto termine Los miserables, y que Tu rostro mañana (parte 1), de Javier Marías, no es demasiado largo. Pero, seamos sinceros, el que más me preocupa es esa piedra, la roca, ese libro que es necesario escalar llamado La montaña mágica.

Pero en fin, de Mann ya me preocuparé en octubre. Por de pronto continuamos disfrutando de la lectura en estos días de julio. Y cómo no, seguimos comprando libros, aunque mejor eso ya os hablaré en la siguiente entrada.

Y vosotros, ¿leéis más libros largos en verano? ¿Dejáis para este tiempo los libros más complejos o precisamente escogéis los más ligeros?

Felices lecturas.

Namaste.

12 comentarios en “Lecturas veraniegas”

  1. Ánimo, a mi La montaña mágica me gustó. se me hizo más pesado Los Buddenbrock, con diferencia además. En todo caso, te diré que lo que más me gusta de tu reto son los títulos que has elegido, me parecen geniales
    Besos

    Me gusta

  2. Qué razón llevas en que el verano está destinado a tochos clásicos. Además, las editoriales en estos meses o no publican nada o publican cosas comerciales que poco merecen la pena, así que perfecto perfecto.

    Me gusta

  3. Qué curioso, te iba a decir que si te hartabas de La Montaña Mágica (que me habían dicho que era muy pesado) te pasaras a los Bruddenbrook, que a mí me gustó mucho; y veo un comentario de MientrasLeo que te dice justo lo contrario. En fin, para gustos…

    La Princesa Prometida me lo leí hace unos meses y me gustó mucho (la continuación, El bebé de Buttercup no pude ni acabármelo).

    Sí, muchas veces en verano he atacado libros más largos, ahora me estoy acordando de La Prima Bette de Balzac, que me encantó.

    Me gusta

    1. he escuhado buenas referencias de La Prima Bette ,ese libro va de la mano con El primo Pons pero lamentablemente solo lo encuentro en pre-textos a un precio muy alto

      Me gusta

      1. Es un libro estupendo, me acabo de leer Eugenia Grandet y no le llega ni a la suela de los zapatos. Yo lo compré en una versión que me pareció buena de Alba Clásicos, hará un par de años. No era barato, pero tampoco diré que estuviera mal de precio.

        Me gusta

  4. Ánimo! «La montaña mágica», aunque a veces un poco lento y está plagado de reflexiones y filosofía, es un libro que vale mucho la pena. Yo estuve varios meses con él, leyéndolo a sorbos, y la verdad que de esta forma se me hizo bastante llevadero, aunque como todos los libros largos, es un poco irregular. Pero 100% recomendable a cualquier amante de la literatura. Pero entiendo que de primeras es un libro que da bastante respeto. Es lo que me ocurre a mí con «Los miserables», que llevo años queriendo hincarle el diente y siempre lo pospongo por pura pereza de enfrentarme a un monstruo como ese. Leyendo tu entrada me entran ganas de intentarlo este verano!

    Saludos,

    Carlos

    Me gusta

  5. Yo no sólo leo libros más gordos, sino que también aprovecho el verano para leer esos que son de temáticas muy duras. «Las benévolas» de Jonathan Littell por ejemplo, lo leí en verano. Estar a la sombra en las tardes pesadas o en la quietud de la noche apenas más fesca que el día, hace posible que mi ánimo tenga el coraje suficiente para enfrentar horrores. Pongo ese ejemplo pero podría continuar con varios dramas y dramones. Parece que el calor estival me da optimismo, la vida está plena y aunque pasen cosas malas en la literatura, siempre habrá verano! Saludos

    Me gusta

  6. ¡Ohhhhhh! «La montaña mágica», uno de mis favoritos. Lo encontré más difícil (filosófico) que el de V. Hugo; para leer lentamente y saborearlo. Quizás influya que la revolución francesa es más cercana, familiar. Bueno, yo la siento más cercana (o más influyente) que la 1ª guerra mundial. No lo sé. El caso es que los clásicos nos atraen con magnetismo, en parte por todo lo que de ellos recibimos. ¡Anímate!

    Me gusta

  7. yo estoy con anna karenina aproveche que la publican en alba minus ,espero tambien que pronto «la pequeña dorrit» salga en minus

    Me gusta

  8. Lo cierto es que he oído de todo, hay personas que para verani prefiere cosas ligeras que tochos. Yo creo que prefiero tochos, porque como puedes disponer de más tiempo, es más fácil meterte más en la historia y no tener que esperar a que llegue la noche en la que algunas veces estás muerta.
    Pero mi realidad es que es cuando menos leo. En julio voy a tope de trabajo, y en agosto es cuando más salgo, viajo y esas cosas. Pero si no, te digo que tochos.
    Yo tambien estoy con Los miserables.

    Me gusta

  9. Pues yi en verano me paso a lo light… la operación bikini llega hasta mi ebook y adelgazo los libros y me inclino ante los trepidantes thrillers, que no leo en otra epoca del año. Veranito…. Los tochos y los claiscos son para las tardes frías y eternas ante la chimenea…

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s