El otro día alguien llegó a mi blog poniendo «eliminación de la letra hache».
Enseguida llamé mentalmente a esta persona «ilusa», hasta que acudí a un museo y me encontré esto:

(Pinchad para ampliar)
Problemón. Igual el que buscaba la nueva norma de la RAE tenía razón y habían eliminado la hache, o bien en el museo llegaron a la simple conclusión de que si «indio» va sin hache, «hindú» tampoco la lleva.
Del citado museo salí totalmente cabreada (y no sólo por cuestiones ortográficas). Debe de ser la Ley de Murphy, porque si no, no hay quien se explique que siempre me toque el típico crío toca narices que no hace más que empujar, tocar lo que dice «no tocar» y apoyarse en sitios no dedicados a esa función. Pero es que además ese típico crío tiene siempre una típica madre que no se da por aludida ante las miradas asesinas de cualquier persona en cinco metros a la redonda. (¿Por qué yo? ¿Por qué nunca se dan cuenta de que los demás no tenemos por qué aguantar los berreos insoportables de sus criaturas? ¿Por qué no les mandan dejar de gritar/tocar/empujar y en general molestar a la gente?) Hasta aquí, mis niveles de cabreo se situaban en cotas superiores a la media pero que, en cualquier caso no la doblaban.
Ilusa de mí, que no sabía que pronto iban a poner la puntilla.Y en este caso, iba a ser la abuela del crío mencionado anteriormente.
La conversación fue, aproximadamente, como sigue:
– Abuela, mira eso, ¿qué es? -el crío se apoyaba, tocaba y empujaba a la vez-.
– Pepito, no empujes a la señora.
¿¿SE-ÑO-RA?? ¿Cómo? ¿A mí? ¿Me estaba llamando señora una mujer que pasó los 65 hace bastantes años y cuya definición exacta empezaría por uve y rimaría con pelleja?
Yo hay cosas que no entiendo, pero está claro que un Museo no me va a ayudar mucho.
A la pregunta que sé que estáis pensando, no. Por lo que sea, no dejan pasar un bate de béisbol a un museo.
Namaste.
Lahier… Recuerdo perfectamente lo que decías en una de las entradas anteriores: «¿Qué será lo próximo? ¿Eliminar la «hache»?»
Pues mira, acertaste…
Vale que en una entrada de nuestros blogs haya una falta de ortografía, vale que en libros de autores muy conocidos nos encontremos con erratas, pero que en un museo dejen muda la «hache» totalmente, creo que es más que vergonzoso…
P.D.: Lo de la «Señora» me ha hecho gracia. A mí también me suele pasar. Pero no te preocupes: es por nuestra madurez, por nuestra compostura de mujer elegante e inteligente! =)
Namasté!
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Jajajja!!! Señora Lahier! Rezumas amor hacía el crío por cada poro de tu cuerpo! No voy a hablar de la ortografía, puesto que ya he expuesto mi punto de vista varias veces en el blog… Y no te enfades por lo de señora, seguro que es por lo que dice Diana… No se puede ser elegante, culta y señorita al mismo tiempo en este país.
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Jajajaja en esos casos no son niños, sino gremlins!! Y los padres unos pasotas con tal de disfrutar de unos minutos de tranquilidad aposta de la molestia de otros. Y qué simpática la abuela!!! Pero es que ella está puesta a la última en tendencias de igualdad lingüística (véase http://ah-les-justes.over-blog.es/ext/http://www.nodo50.org/mujeresred/manual_lenguaje_admtvo_no_sexista.pdf , pp. 59 y ss.)
¿Acaso había ya algún cartel en la puerta del museo que prohibiera los bates de béisbol? En tal caso siempre puedes comprarte una porra extensible. Ya sabes, para llevarla cómodamente a las visitas culturales o de ocio general. La metes en el bolso/mochila/colgada de la correa del pantalón =P y siempre estará a mano para dar mamporros!
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Me dejas de piedra. Antes de ampliar la imagen no encontraba la falta, porque pensaba que Indú (que no lo veía bien) era parte del nombre del príncipe… Y además, tendría que ir en minúscula, no??
Lo de los niños insoportables… qué temazo. Evidentemente no les aguantan en sus casas y se piensan con derecho a hacer que los demás los aguanten por ellos; serán gilipollas!! (es que el tema me enciende!).
Me ha encantado la respuesta de Diana a lo de señora: me lo apunto por si acaso 😉
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Y encima, yo es la primera vez que veo escrito Amritsar como Amritsa (si pudiera leer hindi sabría cuál de los dos es correcto, pero juraría que hay sonido de «r» al final)
Ese templo es una preciosidad.
Bueno, bueno, con lo de «señora». La primera vez que me lo llamaron, me costó, ¡ya lo creo!, y tengo que avisar: una vez te lo llman una vez, verás cómo sin saber porqué lo oirás más, jajajaja (deja que me ría)
Por otra parte, es que todos los «títulos» que nos acompañan a las mujeres siempre tienen un segundo matiz, ¿qué me dices si te hubiera llamado «la señorita Lahier» un Alfonso Guerra? tampoco tiene desperdicio.
Así que mejor pasar, ser inmune al segundo matiz, y ver que «señora» es el equivalente a «señor» (ufff, ¡qué mal suena también! …. creo que la madurez está demasiado desvalorada …) jejeje
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Estoy de acuerdo contigo, vivimos en una sociedad donde la madurez está muy desvalorizada. Quizás sea para que no caiga en peligro de extinción en una generación plagada de los «Ni-Ni»…
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Lo de la señora mayor fue con intención respetuosa, mujer, no te lo tomes a mal.
😀
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Diana: puf, esperemos que en un futuro no se cumpla mi pregunta retórica… Estoy contigo. Como comenté en esta entrada (https://lahierbaroja.wordpress.com/2010/10/28/1077/), no se le puede exigir lo mismo a un bar que a un museo, ni a un blog que a un libro. Es diferente.
Jaja, ¡¡esperemos que sea por eso!!
JL: no sé yo, me parece a mí que el tono de decirlo de la señora no iba por esos lares…
Domingo: no estoy de acuerdo contigo. Y yo soy de las que están puestas en las nuevas tendencias de igualdad lingüística, porque me chirría lo de «señorita». Pero hay muchas palabras intermedias que podría haber utilizado (joven, chica, muchacha o la siempre socorrida forma impersonal).
Porra extensible… ajá… ¿y eso dónde dices que lo venden?
Isi: también tendría que ir en minúscula… pero es que si hago fotos a cada cartel con minúsculas mal puestas o sin acentos, me quedo sola (con el puñetero crío, se entiende).
¡Veo que no soy la única! (me sorprende un poco, porque tengo una imagen de ti muy de Hello Kitty, así que pensaba que ibas a ser una gran defensora de los críos molestones!)
Icíar: en lo del nombre del templo no me había fijado…
El otro día me llamó señora una niña de 8 años. En ese caso no lo tuve en cuenta porque para alguien con esa edad, tener 15 ya es ser viejo. Pero el tonillo de la abuela en cuestión me dio a entender que no se trataba una muestra de educación, ni como el femenino de señor, sino una mera contestación a mis expresivas miradas de odio. Además, si lo que quería demostrar era educación, lo podría haber hecho con su nieto, que era el que molestaba a medio museo.
Ascen: lo que he comentado antes: por el tonillo me pareció que era una forma de decir «estapuñeterachicaquenohacemásquemirarmal».
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jajajajajajjajajaajaja… sinceramente, si algún día tienes hijos (y edad ya tienes, SEÑORA) me gustaría verte con ellos.
Besos!!
P.D: no me gusta la nueva versión del Firefox! no os puedo poner en la ventana del explorador para ver vuestras actualizaciones. Grrrr!!!
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Esa abuela está confundida. Al darte la ….. (como tu dices empieza por v y linda con pelleja) la oportunidad de hablarte, podías haberle dicho educadamente: «Señora mía, si lo que usted pretende trayendo al cabestro de su nieto a este museo es contribuir a su formación, se está equivocando; aquí no aprenderá nada de provecho; la próxima vez es mejor que se lo lleve usted de ….. (empieza con p y rima con frutas). El niño se lo agradecerá y usted a lo mejor hace amistad con alguna comadre».
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Uff espero q no quiten la h, qué pena, además ¿cómo haremos los que estamos acostumbrados a escribir con ella? ¿Se considerará que somos nosotos los que hacemos faltas de ortografía por ponerla? Yo sería incapaz de leer un libro sin haches.
En cuanto a los niños, me alegra que cuentes tu experiencia, a mí es que me ponen de los nervios, tocándolo todo, correteando y jodiendo al personal. Me pasó en Viena estar en un Museo y de repente un crío español ponerse a tocar un cuadro, a tocar el lienzo, la pintura vaya, y los padres riéndose, yo me puse a decirles que eso era una barbaridad, que no podía tocarlo y ¿puedes creerlo? Me miraron como si estuviera loca y ni se dignaron a decirme nada. Tengo unas ganas locas de ir a Faunia, pero me han dicho que está todo lleno de criaturas de ese percal, así que me temo que no iré, es que no los soporto. ¿Sabes que ya hay hoteles en los que no se permite la entrada de niños? A ver si con el tiempo se consigue que haya más espacios libres de «tesoritos de la casa» que todo lo manosean, chirran, se tiran en bomba en una piscina de spa para relajarse (ésto lo he vivido por desgracia), y sus padres tan campantes a lo suyo.Bsos
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Yo me parto!!! Domingo, me ha encantado el pdf.. ¿dónde sacas estas cosas? jajja!! No lo comparto, desde luego… pero vamos, me ha parecido curioso.
Laivindil, seguro que la señora Lahier ofrece soluciones tecnológicas a cualquier problema que tengas para visualizar su blog… con precios a medida!! Bueno, después de tu comentario, no sé yo si tendrás dinero para pagarlo…
Oesido, le contesta eso… y yo creo que la viej.. digooo, respetable abuela se va corriendo. (Eso sí, el niño se pondría contento…)
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jua jua… señora! En fin, me imagino la cara roja de ira y los ojos salientes de odio hacia el crio, creo que te dijo eso por no decir «niño no te acerques a ver si te muerde»… en cuanto a la cara después de la frase, también la veo, sorpresa e indignación a partes iguales que te deja sin habla… pero claro, a la abuela en cuestión le deben de llevar pitando los oidos una semana…
besos!
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