Hacía mucho tiempo que quería leer a Ana Ribera. Vamos, a Moli. Bueno, para ser sincera llevo siendo lectora asidua de su blog desde hace muchos años, lo que no había leído eran los libros que ha publicado. El primero, sobre la maternidad, Cosas que le pasan a una madre sin superpoderes, lo dejé pasar, probablemente por la temática (aunque bien es cierto que las píldoras diarias que publica en Cosas que me pasan sí las leo el formato en libro no me acabó de convencer). Este nuevo, Los días iguales, quizá me sorprendió por la temática: la depresión. O simplemente me entró curiosidad por salir de mi zona de confort y leer un libro muy diferente a los que estoy acostumbrada.
Los días iguales (Next Doors Publishers) es, como bien dice ella misma, el relato de su depresión, de las cosas que le pasaron, las sensaciones que tuvo y de todos esos días que pasó deseando no estar en su piel. Es un relato directo, muy interesante, que aporta luz para todos los que desconocemos la temática, que también desmitifica, en un mundo en el que podemos leer determinadas cosas que acaban confundiendo al lector, como este artículo que ella misma publicó en su blog.
Ana escribe como lo hace en su blog: sin circunloquios, llamando a las cosas por su nombre, y sin aportar ni elegancia ni victimismo a una enfermedad, que, como todas las enfermedades, cuanto más lejos mejor (parece mentira que hayamos llegado al punto de tener que explicar algo así).
Una enfermedad no es útil. No hace mejor a nadie, no somos más listos o más sabios por tener una enfermedad. Pero en este caso, querida Moli, has conseguido sacar algo bueno de aquéllos días iguales: porque este libro sí que es útil, porque no sólo has narrado tu experiencia, sino que te has sacado de la manga un texto único y diferente. Útil.
He leído Los días iguales de seguido, paladeando cada página, pensando en él cuando estaba sentada en el trabajo, en qué me encontraría, en qué contaría.
A vosotros no me queda más que dejaros por aquí esta recomendación.
Namaste.
Muchísimas gracias por esta reseña, me ha hecho mucha ilusión que tú, lectora de mi blog y conocida virtual desde muchos años, hayas leído Los días iguales con tanta cariño. Es un honor salir en tu blog. Mil gracias.
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Da gusto leerte, Moli. Hables de lo que hables. Por eso sigo como descerebrada y por eso leí este libro, porque sea cual sea el tema que trates tu visión siempre es interesante. A ver si un día de estos coincidimos y nos ponemos cara. Un beso.
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