Conocí este libro por televisión. Es extraño, normalmente no suelo sacar ideas por esta vía, pero lo vi y me llamó la atención: el tema que trataba y un resumen de lo que prometía. Lo compré en cuanto pude, con curiosidad por saber si cumpliría mis expectativas.
Por mi experiencia, este tipo de libros se dividen en dos clases, según estén orientados al gran público o no. Si van orientados al gran público se suele repetir las mismas ideas desde el primer momento, comenzando por los términos básicos hasta llegar a una argumentación más o menos compleja, según. En ellos se suele abundar de la repetición.

Si van dirigidos a una minoría, es frecuente que empiecen dando por hecho los conceptos básicos para ahondar en un análisis más o menos profundo, dependiendo de la seriedad del libro.
Así que clasifiqué este libro como uno de los de primera categoría y procuré empezarlo enseguida, dada la actualidad del tema y mi interés por él.
El autor comienza planteando un jugoso cebo: la situación de 2011 y el modo de superar la crisis para después retrotraerse al inicio de la crisis para ver cuál era el planteamiento de, en aquél entonces, la llamada desaceleración económica. A través de conversaciones, cartas y otras fuentes, Ekaizer nos va narrando qué iba pasando durante el año 2008, los movimientos iniciales de la crisis. Lo interesante del libro es que narra muchos de los movimientos que se mantuvieron en la sombra, como indicaciones de asesores, conversaciones entre presidentes y otras anécdotas y detalles que se pueden perder si no seguimos día a día las noticias o la parte salmón de los periódicos o bien, y esto según la contraportada, de información inédita.
En relación a los conceptos técnicos, aunque bien es cierto que repite algunas definiciones innecesarias para aquél que esté acostumbrando al ámbito económico, tampoco trata al lector como tonto y ofrece un análisis medio: ni nos abruma con teorías ni tampoco se queda en la superficie.
Este equilibrio consigue que el lector pueda leer el libro de un tirón, porque no se hace denso en ningún momento. Lo cierto es que esperaba algo más de análisis, y no tanta repetición (determinadas definiciones se cortan y pega en varios capítulos) pero bueno, el balance ha sido positivo.
Así que si estáis pensando en leer algo sobre la crisis económica, esta es una buena opción. Ahora, si podéis sacarlo de la biblioteca y ahorraros los 20 euros que cuesta, mejor que mejor.
FICHA:
Te gustará si te gustó |
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Pros |
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Contras |
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Namaste.
Viendo todos los libros que hay sobre la crisis, qué raro que aún no se haya acabado.
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Gracias por aportar un nombre que pueda interesar con todo el condimento incluido. Como suelo subrayarlos, prefiero tenerlos en propiedad. Se lo pediré a los Reyes, que por aquí casi pasan de largo.
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Conozco a te periodista porque aparece en muchos programas de debate. Siempre me ha parecido un hombre inteligente, y claro en lo que expone, y lo más importante, atrevido. Pero fíjate, desde que hoy que hace 20 años era el sujeto que El País (o el Mundo, que no me acuerdo), lo utilizaba para cuando se quería de alguna forma enturbiar la imagen de alguien o de algo, ya me cuesta verlo de otra forma, porque lo que pueda tener de mercenario del periodismo. Por eso, me sigo quedando con él en los debates.
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Desde que hoy, no: desde que oí
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He leído el comentario de Icíar y me he picado, buscándolo en Google. Sí que lo conozco y me encanta. Me parece un hombre de lo más lúcido y lo que dice Icíar. Ya me lo estoy comprando.
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Al rico libro: ojalá todo fuera tan fácil. No nos quedarían problemas en el mundo si sólo dependiera de alguien escribiendo del tema…
Dolmar: yo también lo tengo subrayado, así que si eres de las mías, mejor que lo compres, aunque ya te digo que el precio me parece desorbitado. Es muy lúcido, sí, en sus intervenciones siempre pone la racionalidad que en muchas ocasiones falta en ese tipo de debates.
Icíar: me acordé de ti en distintos momentos mientras leía el libro, porque pensé que te podría interesar, además de que recuerdo que comentaste en el IMM que le habías visto por televisión en varias ocasiones. Sobre su posible imparcialidad y demás, pues como cualquier otra persona… está bien pero es cierto que en determinados momentos se le ve el plumero.
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