Actualidad, Literaria

Indignada

Vuelvo de nuevo con una breve actualización. Y no por falta de ganas, sino de tiempo. Así que seré breve e iré al grano.

 

“¿A qué viene el título?” Os estaréis preguntando. Recientemente, y por motivos profesionales, me encuentro inmersa en una batalla campal contra determinadas personas que piensan que la ortografía es una cuestión que debió de quedarse en la escuela (¿desde cuándo “inchable” lleva h?)

 

Quiero puntualizar que todos  metemos la pata de vez en cuando (casualmente en el sistema QWERTY la b y la v están muy cerca), pero no me refiero a fallos de ese estilo. Por las prisas y por no releer se nos pueden pasar faltas que no cometeríamos de ser un poco más cuidadosos.

 

Soy consciente de que en muchas ocasiones lo hacemos intencionadamente: por ejemplo, en los sms soy la primera que trata de sintetizar lo máximo posible, ya sea a costa de h, ll o ch.

 

¿Quién dijo  miedo?
¿Quién dijo miedo?

Me refiero más bien a personas (y existen más de lo que pensamos) que ignoran, y lo que es peor, les es indiferente escribir bien una palabra. ¿Ejemplos? Todos los que queráis: no saber distinguir entre “a ver” y “haber”, usar “ha” en lugar de “a”, omitir h, eliminar sistemáticamente las tildes… etc.

 

Por desgracia, la gente cada vez lee menos. A ésto se suma la influencia de Internet (eso sí que no lo entiendo, ¿nos cobran más por poner más letras?).

 

Así que esta entrada pretende ser un llamamiento a las personas que se esfuerzan por usar el castellano correctamente. Encontrar un blog que se preocupe por la ortografía parece imposible. Pues no lo es: Azote ortográfico analiza prensa y televisión para demostrar que no somos tan pocos como pensamos.

 

Aprovechad las vacaciones los que las tengáis, que ya queda menos para septiembre.

 

Namaste.

 

P.D. A los estudiantes que buscan un resumen de Don Juan Tenorio o de El retrato de Dorian Gray: ¿no os convendría leer el libro en lugar hacerme una visita diaria? 🙂