Escoger bien implica que esta entrada sea cada vez más corta, de lo cual me alegro infinito.
Así que, sólo un abandono y una gran decepción. He añadido otros dos libros de los que esperaba más pero que por suerte están a años luz de ese pésimo libro del que espero no volver a hablar jamás.
Abandonados
- Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar. El motivo del abandono no es que no me estuviera gustando el libro (de hecho la parte que he leído se ha quedado marcada de post-its) sino porque veía que no estaba absorbiendo todo lo que me estaba contando la autora y mi lectura fragmentada no ayudaba a que me metiera en una historia compleja que sé que en otra ocasión me encantará.
Decepciones
- Nuestra parte de noche, Mariana Enríquez. Si tuviera que escoger sólo un libro para esta entrada, sería este. Las decenas de comentarios elogiosos de otros lectores, el boom que ha tenido y el márketing añadido me hizo pensar que esta novela acabaría en la lista de lo mejor, y la verdad que no esperaba que la novela no tuviera por donde cogerse desde el primer momento, por la cantidad de hilos, personajes e historias enrevesadas y a pesar de un inicio potente, una serie de incomprensibles decisiones que acaba generando una novela rocambolesca insufrible de leer. Me sigue sorprendiendo todo lo que se ha montado con esta historia insufrible.
- El entenado, Juan José Saer. Con este libro he sentido una mezcla de decepción y de rabia, porque empezaba genial, era potente, interesante, entretenido…. hasta que Saer cambia la ambientación y todo lo que destaca de esta novela se tira por la borda. Qué rabia, de no ser por la segunda mitad de esta novela….
- La plaza del diamante, Mercè Rododera. Lo de este libro es una cuestión mía, porque hay algo en el costumbrismo que me hace arrugar el morro y no conectar con las descripciones y el grisor no me dicen nada, describen pero no conecto, me aburro y pierdo interés.
Y vosotros, ¿habéis acertado este año? ¿Algún abandono y decepción?
Namaste.
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Sabes, yo recuerdo Memorias de A… con gusto cuando lo leí de adolescente. Hace unos años traté de releer y tampoco me pude meter en el. Quién sabe? LOL. Decepciones?, no grandes pero quizá Baila, baila, baila, un libro que se ha venido a menos, quizá a mi poca emoción se suma la critica tan acertada y también tan graciosa que hacen Jose Carlos y Jan, y El Italiano de Reverte me esperaba más. En inglés, Orbital, el premio Booker Prize, no se que pensar de el. No me disgustó pero me pareció que podía haber sido mejor.
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Jo, Silvia, tengo Orbital en el punto de mira, esperando a que lo publiquen este mes para comprarlo, pero cada vez dudo más porque no eres la primera que comenta que no es para tanto…
Me sorprende lo de Memorias de Adriano!! No suele ser común que un libro te guste para releerlo y luego lo intentes y no te cuadre una segunda vez !!!
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Verdad? Coincidencia lo de Memorias de Adriano, a lo mejor en la relectura no coincidió con mi estado de ánimo pero lo intenté con un buen pedazo y no. No me arrepiento de haber leído Orbital, al fin y al cabo es un libro muy corto y el tema original, pero le falta algo que no sé qué es. Lo recomiendo para que contrastemos opiniones, eso sí.
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Soy argentino, aclaro antes de continuar el comentario. Mariana Enríquez es un invento marketinero, esas necesidades de las editoriales de sacar escritores en todas sus áreas para vender masivamente en góndola sin importar la calidad literaria y que los números $$$$ den. Ninguno de sus libros pude terminar de leer. Es un espanto literario. Lo que más duele es que la ¿crítica literaria? la considere maestra del ¿terror? Dios mío, cómo están matando los géneros literarios.
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Sé bienvenido, Miguel. Mi sensación coincide con la tuya, aunque admito que sólo he leído esta novela, de la que todo el mundo hablaba genial (fueron considerables los comentarios cuando otros lectores me vieron que lo estaba empezando a leer) y teniendo en cuenta lo leído y todo el aparato de mercadotecnia desplegado no puedo parar de pensar que les ha funcionado, porque como dices, la ponen como maestra del terror, como reina de las novelas actuales, como futuro clásico, cosa que me sorprende y espanta a partes iguales.
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