Autor, Halfon, Literatura

Duelo, Eduardo Halfon

Hay autores de esos que sabes que vas a seguirle los pasos en los títulos que han escrito y los que vendrán. Halfon es uno de ellos. Lo descubrí con El boxeador polaco, luego llegó Monasterio y más tarde, Canción.

Duelo nos adentra en la memoria familiar, en los recuerdos de un niño que sabe, que cree, que duda, de una historia familiar narrada hace tiempo.

Duelo es, como en sus anteriores historias, un relato familiar, de conexiones geográficas y temporales, de abuelos que emigran, de relatos que quizá, sean inexactos, exagerados o inventados.

Apenas tenía diez años, pero acaso entendía ya que una lengua es también una escafandra.

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Y es que Halfon nos devuelve a la infancia, a los recuerdos que tenemos de nuestros mayores cuando nos narran historias pretéritas de familiares que para nosotros son sólo nombres. Ciudades perdidas, lugares de otro tiempo en el que ocurren circunstancias que marcan a la familia para siempre.

Su familia, esa que se muda de una punta a otra del mundo: Guatemala, Miami, Polonia, Nueva York. La que habla distintos idiomas: inglés, español, yídish, árabe. Una familia que como una matrioshka tiene historias que se entrelazan, se relacionan, se incluyen unas dentro de otras.

Pero Duelo es también una historia sobre la búsqueda de la identidad, del crecimiento de un chaval que no se siente ni de acá ni de allá. La aceptación de una complejidad tejida mucho antes de que naciera, de que la dualidad de ser de todos los sitios y de ninguno, de hablar varias lenguas y no saber cuál es la materna, le va a acompañar por siempre.

Entonces, ¿el tío del autor, Salomón, murió ahogado en un lago a los 5 años?

Decididlo vosotros, y leed a Halfon. Os gustará.

FICHA:

Te gustará si te gustó El boxeador polaco, Eduardo Halfon.
Canción, Eduardo Halfon.
Pros – Inteligente, certero. Nunca hay una palabra de más.
– El mundo propio que crea Halfon.
Contras – Sus libros se acaban demasiado pronto.

Namaste.